Histeria y arrogancia perversa de «occidente»

La frase «enemigos de la democracia» es uno de los eslóganes más recurrido por los representantes de los gobiernos occidentales. Por «occidente» o «comunidad internacional» se da en llamar una región del planeta dirigida por los EE.UU. y Gran Bretaña, a la que se suman el lejano Japón, Canadá, Australia, y los países del este de Eurasia incluidos en la Unión Europea, ente conformado por países que están bajo la tutela y a la orden de la organización militar OTAN, con sede burocrática en Bruselas pero puesto de control en Washington.



Todos aquellos países cuyos gobiernos no responden ni obedecen el «orden democrático» de occidente son candidatos a pasar a formar parte de los llamados desde los años noventa «rogue State» [«estados canallas»]. Los animales salvajes, nos dice Jacques Derrida en un ensayo sobre el tema, pueden ser considerados «rogue», sobre todo aquellos animales que dejan de conducirse como se espera de ellos y que se posicionan «fuera de la ley». Según la RAE, el vocablo «canalla» procede del latin can, cane, del que proviene perro, pasando a canalla, que es una persona «despreciable y de malos procederes.» 1

Las razones del imperio

Fue el presidente de los EE.UU., Bill Clinton, junto a su estrecha colaboradora Madeleine Albright, quien entre los años 1997 y 2000, dio impulso al uso de la categoría «rogue States», recibiendo el testigo de sus antecesores en la Casa Blanca, primero Ronald Reagan con el uso de «outlaw» y luego George H. W. Bush, que prefería la etiqueta «renegade».2

Previamente, en 1993, el propio Clinton había recordado en una Asamblea de la Naciones Unidas, por si alguien lo hubiese olvidado, que «los EE.UU. trabajarán en forma conjunta con otros y también a través de instituciones multilaterales tales como las Naciones Unidas. Ello conviene a nuestros intereses nacionales. Pero no vacilaremos en actuar en forma unilateral cuando exista una amenaza a nuestros intereses fundamentales o a los de nuestros aliados3

Para ilustrar esto recordemos, como ejemplo, la invasión de Timor Oriental en 1975 por parte de Indonesia avalada por EE.UU., con la colaboración del Reino Unido, que costó la vida de al menos 200.000 personas. 4

Destaca Derrida que Noam Chomsky publicó en el año 2000 «una obra rica, apabullante y en general poco utilizada contra la política americana en el mundo» titulada Estados canallas. El imperio de la fuerza en los asuntos mundiales, 5 un ensayo donde Chomsky analiza el concepto de «estado canalla» que EE.UU. utiliza sin disimulo para, a pesar de que la «guerra fría» parecía haber terminado, atribuirse la responsabilidad de proteger al mundo de aquellos países desobedientes y fuera de la ley tales como Irak, Libia, Cuba, Corea del Norte… y ahora nuevamente Rusia, atacándolos directamente mediante la organización que dirige -la OTAN- y mediante la cual controla a sus países aliados, o a través de otros que utiliza de intermediarios, como es el caso actual de Ucrania, para enfrentarse militarmente pero de forma subsidiaria a Rusia, desde al menos el año 2014.

El enfrentamiento económico EE.UU. lo ejerce de forma directa, mediante sanciones, embargos, bloqueos bancarios, etc., obligando a sus aliados occidentales que los cumplan y ejecuten.

La OTAN: una organización militar «defensiva»

La OTAN, una organización creada para la «defensa de los intereses de occidente», destruyó Libia, Irak, Yugoslavia… y a través de sus estados miembros vende armas a Arabia Saudí para, por ejemplo, bombardear Yemen, desde hace más de una década y donde han sido asesinados unos 400.000 yemeníes.

Portada Diario El País, 25 de marzo de 1999.

La OTAN, que «justifica su vigencia en la necesidad de afrontar problemas por ella creados»,6 en su página oficial la «Organización del Tratado del Atlántico Norte» 7 se define como una alianza político y militar cuya «finalidad es garantizar la libertad y la seguridad de sus países miembros por medios políticos y militares». Dichos medios los define como:

■■ POLÍTICOS: la OTAN promueve valores democráticos y permite que los miembros se consulten y cooperen cuestiones relacionadas con la defensa y la seguridad para solventar problemas, fomentar la confianza y, a largo plazo, evitar conflictos.

■■ MILITARES: la OTAN tiene un compromiso de resolución pacífica de controversias. Cuando los esfuerzos diplomáticos no dan fruto, la fuerza militar emprende operaciones de gestión de crisis. Estas operaciones la lleva a cabo bajo la cláusula de defensa colectiva del tratado fundacional [Artículo 5 del Tratado de Washington de 4 de abril de 1949] o por mandato de las Naciones Unidas, ya sea por sí sola o en cooperación con otros países y organismos internacionales. 8

El bombardeo propagandístico generado en y desde los países miembros de la OTAN ha hecho creer a casi toda la humanidad que la presencia de bases militares estadounidenses a lo largo y ancho del mundo es algo tan natural como que los manzanos den manzanas o los trigales, trigo (…) Desde ese sentimiento de omnipotencia, EE.UU., se cree con derecho a controlar casi todos los océanos y mares del mundo. 9

Socialdemocracia y sumisión otanista

A estas alturas no sorprende la sumisión de la socialdemocracia europea a los EE.UU. y a su organización militar, que no para de incorporar países otrora con posiciones reacias a hacerlo, tales como en la actualidad Suecia y Finlandia que acaban de solicitar su ingreso.

El actual y los anteriores jefes de la OTAN fueron personajes representantes de la «izquierda socialdemócrata» europea, entre ellos el socialista español Javier Solana, responsable jefe de los bombardeos a Belgrado en 1998, que sucedió al laborista británico George Robertson.

Desde el período posterior al hundimiento de la Unión Soviética, ante al desconcierto y tragedia del pueblo ruso por el expolio de la que era la mayor de la repúblicas, Rusia, saqueo que abarcó como mínimo el período 1990-2003, y frente a la debilidad y pasividad de Moscú con la infame doctrina «Sinatra» de Mijaíl Gorbachov, la OTAN no cesó de ampliar sus fronteras hasta los límites fronterizos rusos.

Después de posiciones tan agresivas y beligerantes de los nombrados llegamos al actual, también socialdemócrata, el noruego Jens Stoltenberg, que no para de desafiar temerariamente al gobierno ruso, que desde aquella época de debilidad y sumisión parece haber dado un giro y puesto un límite al abuso geopolítico de «occidente». 10

«Proxy war»: guerras por encargo de los EE.UU.

Desde su creación los EE.UU. junto a sus aliados miembros de la OTAN, utilizando diferentes pretextos, sea por la amenaza «comunista o terrorista», han invadido más de treinta países, derrocado e imponiendo gobiernos, de forma directa o indirecta como sucedió en Kiev con el «euromaidán» en 2014, 11 guerras por encargo «proxy war»… entre ellos:

Lista no exhaustiva de operaciones e intervenciones militares OTAN-EE.UU

Consintiendo o apoyando además el acoso criminal de Israel al Estado y pueblo de Palestina. A esto tendríamos que agregar los golpes de estado promovidos en el continente americano: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Panamá, Perú12

Mención especial merece el mal llamado «embargo» con el que EE.UU. y sus aliados europeos tienen asfixiado al pueblo de Cuba, bloqueo infame que una y otra vez es rechazado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con declaraciones y resoluciones que finalmente nunca se cumplen, como la resolución de 3 noviembre de 2022:

«La Asamblea General de las Naciones Unidas reiteró este jueves por trigésima vez de forma inequívoca su posición contra el embargo económico de Estados Unidos a Cuba y pidió que se ponga fin a ese castigo unilateral.» La resolución de rechazo obtuvo este año 185 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel) y 2 abstenciones (Ucrania y Brasil), 13 a la que se sumó la de 2 de noviembre de 2023 en la que «Por una abrumadora mayoría de 187 votos a favor, dos en contra, los de Estados Unidos e Israel, y una abstención, la de Ucrania, se aprobó por trigésimo primera vez la resolución que pide a Estados Unidos acabar con el bloqueo. El documento contó este año con dos votos más que en 2022.» 14

Cuando EE.UU. y sus aliados consiguen colocar en algún país un gobierno afín a sus intereses le brindarán «ayuda humanitaria» después de destruirlo, promoverán procesos electorales «democráticos» para intentar colocar agentes políticos afines y prebendarios, paliarán el hambre y la miseria que generan el expolio de sus riquezas y empujarán a sus habitantes a la marginación, la delincuencia, a la huida y a guerras civiles que por lo general terminan desencadenándose.

Pero los problemas para el «imperio» comienzan cuando se topa con el gobierno de un país que no se doblega, pasando de este modo a formar parte de la lista del «eje del mal» a partir de ese momento dicho país soberano comenzará a ser hostigado, se le aplicarán embargos, sanciones económicas, se bloqueará su comercio internacional, se le amenazará explícitamente, etc. buscando que sea el propio pueblo asfixiado el que se movilice para derrocar a su gobierno que aparecerá, con la fundamental intervención de los medios de comunicación, como culpable directo de sus desgracias.

Las «revoluciones de colores»

Con la pintoresca —y en ocasiones trágica— etiqueta de «revoluciones de colores» se denominan una serie de perversos movimientos que buscan cambios de poder político en el que fuera el espacio «soviético». El gobierno de los EE.UU. prestando apoyo a entidades locales «sin ánimo de lucro» en diferentes países de la extinta URSS, bajo el pretexto de promover «gobiernos democráticos y liberales», fomenta dichas revoluciones de colores para imponer líderes lacayos y serviles a los intereses de la «comunidad occidental», es decir, el gobierno de Washington y sus aliados. Uno de esos cambios forzosos se produjo en el año 2000 con la destitución de Slobodan Milosevic.15

Los autores materiales de esos cambios de gobierno y golpes de estado son movimientos locales, muchos de ellos nacionalistas, financiados y manipulados desde el exterior: desde la propia Agencia Central de Inteligencia [CIA], a fundaciones benéficas como la Open Society Foundations del magnate y filántropo George Soros, la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo Internacional [USAID: «United States Agency for International Development»], o la Fundación Nacional para la Democracia [NED: National Endowment for Democracy], entre otras.16

La destrucción de Yugoslavia

Yugoslavia tuvo la circunstancia de no llegar a ser incluida en la lista de «estados canallas», ya que la OTAN liderada por los EE.UU. y con el apoyo incondicional de sus aliados de la UE fue fracturada y bombardeada por la OTAN. Actualmente una de sus repúblicas herederas del desmembramiento yugoslavo, la república Serbia, sigue en permanente sospecha, entre otros motivos, por no aplicar las sanciones impuestas a Rusia desde 2022 por la «comunidad internacional»

Hotel Jugoslavia, Belgrado.

El historiador Josep Fontana investigando el nuevo estilo de guerras promovidas por occidente consideró que éstas se definieron por completo en Yugoslavia, donde se decidió atacar, sin mandato de la ONU, a un gobierno elegido democráticamente, que no había violado ninguna ley internacional, pero se había negado a aceptar en su momento la imposición de un acuerdo geopolítico perverso, que finalmente tuvo que aceptar, siendo una de sus consecuencias la construcción en Kosovo de la mayor Base Militar de la OTAN en el centro de Europa llamada «Camp Bondsteel» en homenaje a un “héroe” de guerra de Vietnam. 17 La destrucción de Yugoslavia, señala Fontana, comenzó con la independencia de Eslovenia en 1991, avalada por Alemania; continuó con las de Croacia y Macedonia en 1992, mientras se invitaba a Bosnia-Herzegovina a seguir el mismo camino, lo que terminó provocando una guerra civil con la participación de serbios y croatas. 18

Obviamente para que la desintegración de un país suceda debe haber unas condiciones internas previas que en el caso yugoslavo, las potencias foráneas occidentales tuvieron la capacidad de explotar, como son los conflictos identitarios que amplificados por diferentes medios, fundamentalmente mediante la inyección de capitales y préstamos a organizaciones, fundaciones y entidades dispuestas a colaborar en el proceso a través de bancos occidentales y organizaciones monetarias como el FMI o el BM terminaron por dinamitar el territorio, como ocurrió trágicamente en Yugoslavia. Paralelamente a estas maniobras en el caso yugoslavo se entregó suficiente armamento a grupos colaboradores que alimentaron el conflicto bélico.

Recordemos brevemente aquellos hechos.

En 1999, la OTAN interviene militarmente para fomentar la separación de Kosovo , apoyando al Ejército de Liberación de Kosovo, junto a una operación de bombardeo contra la ciudad de Belgrado. El Consejo de Seguridad de la ONU justificó el ataque por las supuestas limpiezas étnicas en la autonomía kosovar y la llamada «catástrofe humanitaria» provocada por las fuerzas gubernamentales yugoslavas. 19 Los bombardeos de Belgrado comenzaron el 24 de marzo de 1999 y finalizaron el 10 de junio de 1999, siendo el primer caso en que se justificó una acción militar de este envergadura bajo el pretexto de una «intervención humanitaria».

Esta actuación de los EE.UU. y su organización militar junto a sus aliados se definen con claridad y sin ambigüedades en las actas de la Estrategia de Seguridad Nacional [NSS: National Security Strategy] que dictamina cada nueva administración estadounidense. La de esta última, correspondiente a la Administración Biden-Harris, se publicó con un par de años de retraso, el 12 de octubre de 2022. Entre sus puntos más destacados señala:

«(…) En primer lugar, hemos roto la línea divisoria entre política exterior y política interior. Entendemos que para que Estados Unidos tenga éxito en el exterior, debemos invertir en nuestra innovación y fortaleza industrial, y desarrollar nuestra capacidad de resiliencia, en casa. Del mismo modo, para fomentar la prosperidad compartida en el ámbito nacional y defender los derechos de todos los estadounidenses, debemos configurar de forma proactiva el orden internacional en consonancia con nuestros intereses y valores.

» Estados Unidos seguirá liderando con fuerza y ​​propósito, aprovechando nuestras ventajas nacionales y el poder de nuestras alianzas y asociaciones. (…) La idea de que debemos competir con las principales potencias autocráticas para dar forma al orden internacional goza de un amplio apoyo bipartidista en el país y cada vez más profundo en el extranjero.

» Nuestros aliados de la OTAN y de tratados bilaterales nunca deben dudar de nuestra voluntad y capacidad para estar con ellos frente a la agresión y la intimidación. A medida que modernizamos nuestras fuerzas armadas y trabajamos para fortalecer nuestra democracia en casa, pediremos a nuestros aliados que hagan lo mismo, invirtiendo en el tipo de capacidades y llevando a cabo la planificación de sus operaciones, emprendiendo la planificación necesaria para reforzar la disuasión en un mundo cada vez más conflictivo.» 20

La OTAN, la nueva «Santa Alianza» de occidente, tutela a la dócil Europa y a sus vez, por imposición de Washington, condiciona y determina el presupuesto militar anual de cada uno de sus obedientes miembros.

ANEXOS

Países de europeos miembros de la OTAN, nov-23. Fuente enlace: NATO

Bases Militares OTAN en Europa, nov-23.
Fuente enlace: NATO


SIGUIENTE:

La destrucción de Yugoslavia





La destrucción de Yugoslavia

La República Federativa Socialista de Yugoslavia tuvo la circunstancia de no llegar a ser incluida en la lista de «estados canallas», ni en los países miembros del «eje del mal», ya que la OTAN liderada por los EE.UU. la bombardeó en 1999, y con el apoyo incondicional y servil de sus aliados de la Unión Europea forzó su desintegración y partición en seis estados, de los cuales la República de Serbia, continúa en permanente sospecha.



Memoria individual y memoria colectiva

Según como archivemos en nuestro psiquismo «hechos» y «acontecimientos» de nuestro pasado personal los viviremos en el presente.

Podemos rememorar esos recuerdos, analizarlos y volver a archivarlos de otro modo, para que, si fueron traumatizantes o angustiosos, dejen de limitarnos en el presente, y devengan sutiles recuerdos que nos permitan estar atentos para que esos sucesos, si dependen de nosotros, no vuelvan a repetirse y si se repitieran poder afrontarlos de modo que nos afecten lo menos posible.

Intentar rememorar y elaborar nuestra memoria individual, personal, puede llevarnos a una aporía, ya que nuestros recuerdos se archivan en nosotros mismos, coincidiendo el aparato de elaboración de recuerdos y el archivador en un mismo espacio: nuestro psiquismo. De ahí que la tarea requiere por lo general de la presencia de un tercero, alguien debidamente formado en la profesión analítica que nos acompañe en el arduo trabajo de elaborar nuestros recuerdos para mitigar el dolor que pudieran estar ocasionándonos o para no repetir y ejecutar actos que puedan llegar a dañarnos.

Por su parte si queremos estudiar y elaborar la memoria colectiva, la memoria social, tenemos ciertas ventajas. Podemos recurrir a archivos externos, como los que nos brinda la ciencia histórica con todos sus medios: libros, hemerotecas… Es decir, el aparato de reflexión y de análisis [nuestro psiquismo] no es el mismo que el «archivo» al que podemos recurrir, que será externo a él, teniendo en consideración que nuestra «ideología», nuestra concepción del mundo estará inevitablemente presente a la hora de elegir los «archivos» en los que indagaremos.

La tragedia de la falta de memoria

En uno de los textos de «El legado de Europa» lamenta Stefan Zweig ese raro impulso inconsciente en los individuos, y a veces también consciente, de generaciones y de pueblos enteros para olvidar la verdad de vivencias penosas. Zweig lo considera un proceso de selección unilateral y de falseamiento, un misteriosos espíritu del olvido, que quizá por un paradójico mecanismo de «autoconservarción» puede dar como resultado que volvamos a repetir nuestras tragedias, las individuales y las colectivas.

Estas reflexiones las hace Stefan Zweig en 1919. Recién terminada la primer gran guerra europea, finalizando la «guerra civil» en Rusia, provocada por la invasión de la incipiente nación bolchevique por parte de 13 estados europeos para intentar restaurar el orden zarista, y un par de decenas de años antes de que Europa se volviera a embarcar en otra guerra aún más devastadora:

En 1941 la historia se repitió, Yugoslavia fue arrasada por el nazismo alemán y el territorio ocupado fue parcelado de esta manera:

Partición de Yugoslavia. Ocupación alemana, 1943.

Hoy en el corazón de Europa —pequeña península occidental de Eurasia, cuna del fascismo y del nazismo—, que por extensión abarca la costa de tres mares, el Mediterráneo, el Negro y Báltico, a los que podemos agregar el mar Caspio, la tragedia se repite y los actores son los mismos.

El mismo falso juego político junto a la pereza mental de los pueblos, impide, con el apoyo inestimable de la propaganda de los medios al servicio del imperio, nos embrutece y nos empuja a renegar de la verdad u ocultarla, y no es por falta de medios y «dispositivos» para acceder a ella.

Y eso es precisamente, invocando a Zweig, lo que «hace a nuestra época tan terriblemente trágica, tan repugnante, tan desesperanzada, una época de fe incrédula, donde los ideales que se lanzan a voz en grito tengan acento falso».

El Palacio de Rambouillet

En este bello y siniestro castillo fue donde el mes de febrero de 1999 se fraguó el bombardeo de Belgrado. Aquí nos limitaremos a un resumen de los hechos y algunos de sus protagonistas, que pueden ampliarse, entre otras, en las referencias que citaremos.


Château de Rambouillet. Sede de las negociaciones Serbia-OTAN en febrero de 1999.

Probablemente de todas las intervenciones militares y económicas de los EE.UU. y sus aliados, la de Yugoslavia sea de las pocas que cumplió con todos los objetivos planeados, entre ellos instalar con su perversa histeria la mayor base militar en el centro de la históricamente belicista Europa.

Obviamente para que la desintegración de un país suceda debe haber unas condiciones internas previas que en el caso yugoslavo, las potencias foráneas occidentales tuvieron la capacidad de explotar, como son los conflictos identitarios que amplificados por diferentes medios, fundamentalmente mediante la inyección de capitales y préstamos a organizaciones, fundaciones y entidades dispuestas a colaborar en el proceso a través de bancos occidentales y organizaciones monetarias como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial terminaron por dinamitar el territorio, como ocurrió trágicamente en Yugoslavia.

Paralelamente a estas maniobras en el caso yugoslavo se entregó suficiente armamento a grupos colaboradores que alimentaron el conflicto bélico.

Las «revoluciones de colores»

Continuará….


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Histeria y arrogancia perversa de «occidente»





Freud, sobre el proyecto sionista

A raíz de los trágicos acontecimientos que están ocurriendo en el llamado «oriente medio» [expresión confusa acuñada por medios británicos y estadounidenses], algunas amistades —con los que compartimos el interés por el psicoanálisis y por la obra de Sigmund Freud—, que considero caen en contradicciones ideológicas y religiosas a mi juicio graves, me han llevado a tomar unas notas sobre lo que el maestro vienés opinaba respecto al proyecto de fundar un Estado judío en Palestina.



Como no es una problemática histórica y geopolítica que haya estudiado e investigado con detenimiento, pero que sí he seguido desde años con sumo interés, he recurrido a diversos autores y a sus textos para armar estos apuntes sobre el tema.

Antes citaré a otros dos pensadores. Uno nacido en el Líbano y residente en Francia, que en un breve ensayo hizo referencia a la cuestión de las «identidades asesinas». Y el otro, un prolífico autor español, catedrático, historiador de la medicina e investigador de bioética, que en un libro reciente recopila una serie de artículos breves sobre la cuestión de la «identidad perdida».

Señas de identidad

El término «identidad», profusamente utilizado en los últimos tiempos, ha tenido y tiene diferentes significados y usos, no todos muy acertados.

En el lenguaje común decimos que dos cosas que se asemejan mucho al punto de llegar a confundirse son «idénticas», como sucede con los gemelos univitelinos. [1. Gracia Guillén, Diego. En busca de la identidad perdida. Biblioteca Deliberar: Editorial Triacastela. Madrid, 2020, p.11] Pasando por el «principio de identidad» en filosofía, llegamos al de «identidad» en psicología y de «identificación» en psicoanálisis, no siendo este el espacio para extendernos en sus diferentes concepciones. Desde el campo de la sociología incluso el de la política, desde donde se habla con temeraria imprecisión, de «identidad», de «personalidad», para referirse a una serie de territorios que abarcan desde la identidad cultural, de género, religiosa, ideológica…

El uso habitual del término parece empujar a una disolución de la convivencia —amistosa y problemática a la vez— de las diferentes identidades que comparte un pueblo o un sujeto, para reducirlos a una «identidad» única. La identidad de un pueblo, por ende de cada sujeto que lo integra, resulta de la introyección de los valores que cada cultura va construyendo. No hay una identidad única, sino varias que conviven con no pocas fricciones entre sí en un mismo sujeto, familia, sociedad…

Se reduce y empobrece un pueblo o un sujeto si hacemos de una de sus identidades la hegemónica. La suma de identidades de un sujeto está conformada por la familiar, el barrio donde nació, el país donde se educó, la religión, la situación económica, la clase social a la que pertenece por la que quizá quisiera luchar por ella, abandonarla o por el contrario, sentirse muy a gusto con ella si le permite un «buen pasar».

La clase social a la que se pertenece quizá sea una de las identidades más determinantes en nuestra constitución como sujetos, y a su vez la más ignorada —considero que deliberadamente— en los debates sobre la «identidad». En ese sentido, la izquierda contemporánea occidental ha caído en la trampa —o se ha dejado caer— de sustituir la categoría «clase social» como concepto central de análisis histórico por el término difuso de «identidad». [2. Muñoz-Rojas, Oliva. «¿Clases vs. Identidad?. «Izquierdas» y «derechas», la lucha de las identidades». Diario Clarín, 26 de octubre de 2018, en línea: https://www.clarin.com/opinion/izquierdas-derechas-lucha-identidades_0_iRNHj0n-v.html]

Como afirma el profesor español Diego Gracia nuestra identidad se cimenta a partir de los influjos familiares, sociales, locales, nacionales y mundiales, y la conforman múltiples identidades en permanente elaboración. Diversos factores nos troquelan y participan en nuestra constitución como sujetos: la identidad la construimos apropiándonos de la herencia recibida, cultural y social, y en la medida de lo posible dando un pequeño salto, intentando desechar aquello que quedó obsoleto y aprovechándonos de lo valioso que pudiéramos haber recibido —valores éticos y morales—. Teniendo siempre presente que ese trabajo de construcción de la identidad propia, de «identificación» [3. Freud, Sigmund. «La identificación» en Psicología de las masas y análisis del yo. Madrid: Alianza Editorial, 2003, p. 42] y de elección consciente e inconsciente, es extremadamente difícil, dada la época de adoctrinamiento masivo a través de los medios, redes sociales…

En la Argentina como ejemplo, es un lugar común la idea de creer pertenecer o no a la llamada «clase media», por el deterioro o vaivenes económicos a los que la población está sometida, y por el uso que se hace de la etiqueta se desprende que se da más importancia al lugar social subjetivo que al objetivo.

Para un análisis en profundidad del concepto y categoría de «clase social» tenemos el magnífico ensayo del profesor Pierre Vilar [4. Vilar, Pierre. «Las clases sociales», en Iniciación al vocabulario del análisis histórico. Barcelona: Crítica, p. 109-141.]

Consideramos que no tener en cuenta estos apuntes sobre la construcción de la identidad propia, puede reducirnos a ser sujetos totalmente heterónomos bajo la falsa ilusión narcisista de ser lo contrario, es decir autónomosyo soy», «yo no soy»].

Los poderosos influjos ideológicos, políticos y socioeconómicos, pueden terminar dejándonos sin poder hacer pie en el pantano de las falsas identidades.

Carnet de identidad

En las primeras páginas de un breve pero intenso ensayo, escribe Amin Maalouf que «la identidad de una persona está constituida por infinidad de elementos que evidentemente no se limitan a los que figuran en los registros oficiales» [5. Maalouf, Amin. Identidades asesinas. Madrid: Alianza Editorial, 2012, p. 20] Siendo un trabajo casi autobiográfico no considera el autor el efecto que las ambiciones imperialistas tienen en el sojuzgamiento de los pueblos, por el afán de apropiarse de sus riquezas naturales. Es necesario para analizar el problema de las identidades, considerar las desigualdades que produce un sistema perverso, que fuerza corrientes migratorias por necesidad de subsistencia, que por un lado sin duda enriquecen las culturas pero que por el otro incrementa las injusticias de las que emergen resentimientos y justas rebeldías, como tan bien describió Franz Fanon:

«El colono hace la historia y sabe que la hace. Y como se refiere constantemente a la historia de la metrópoli, indica claramente que está aquí como prolongación de esa metrópoli. La historia que escribe no es, pues, la historia del país al que despoja, sino la historia de su nación en tanto que ésta piratea, viola y hambrea. La inmovilidad a que está condenado el colonizado no puede ser impugnada sino cuando el colonizado decide poner término a la historia de la colonización, a la historia del pillaje, para hacer existir la historia de la nación, la historia de la descolonización» [6. Fanon, Franz. Los condenados de la tierra. Prefacio de Jean-Paul Sartre. México D.F, Fondo de Cultura Económica, 1963, p. 30.]

Algunas advertencias de Freud sobre el sionismo

Siempre me resultó llamativa la posición de compatriotas argentinos que se consideran judíos pero ateos a la vez. La comunidad en la Argentina es grande y he tenido y tengo algunos amigos que pertenecen a ella. Algunas de sus posiciones puedo entenderlas, otras escapan a mis posibilidades. Todas las considero y respeto, salvo las extremas. Aquellas donde la victimización desemboca en el odio contra el pueblo palestino, la demonización a la que le somete y los convierte en terroristas a todos y por extensión desean su exterminio.

Freud no renegaba de su identidad judía, pero se negaba a someterse a los ritos del judaísmo. Se sentía judío, pero oponiéndose al proyecto sionista de una reconquista de la tierra prometida. Como apunta la documentada historiadora Élizabeth Roudinesco era un judío de la diáspora que no creía que, para los judíos, la respuesta al antisemitismo pudiese traducirse en el retorno a ningún territorio. [5. Roudinesco, Élizabeth. Freud, en su tiempo y en el nuestro. Barcelona: Debate, 2015, p. 385]

En una carta de agradecimiento por las felicitaciones de su 70º aniversario dirigida a los miembros de la comunidad B’nai B’rith, asociación judía a la que pertenecía, escribió Freud el 6 de mayo de 1926:

«Lo que me unía al judaísmo —me siento en la obligación de confesarlo así— no era la fe ni
tampoco el orgullo nacional. En realidad, yo fui siempre un no-creyente, crecí sin religión
alguna aunque no por ello estaba ausente el respeto por las llamadas exigencias éticas de la
cultura humana (menschliche Kultur). Me esforcé en mantener a raya cierto entusiasmo
nacionalista. Lo consideré como maligno e injusto, sobre todo ante los terribles
acontecimientos que padecíamos nosotros, los judíos. […] En tanto que yo era judío me sentía
libre de ciertos prejuicios que limitan a otros en el uso de su inteligencia. En cuanto judío
estaba preparado para vivir en la oposición y a renunciar a asimilarme a la «compacta
mayoría». [6.
Nitzschke, Bernd. «¿Qué lugar le corresponde al exiliado? La herencia transcultural de
Sigmund Freud». Traducción de Raúl Páramo Ortega, en línea: http://www.raulparamoortega.de/Que_lugar_le_corresponde_al_exiliado.pdf] [7. Freud, Sigmund. Epistolario 1873-1939. Madrid: Biblioteca Nueva, 1963, Carta 220 de 6 de mayo de 1926: «A los miembros de la Logia B’nai B’rith», pp. 409-410]

Respuesta de Freud a una invitación de apoyo a un Estado israelí

En cierta ocasión, Chaim Koffler, un miembro del «Keren Hayesod», una entidad fundada en 1920 que fomentaba la radicación de inmigrantes judíos en Palestina, pidió a Freud su apoyo a la causa sionista en Palestina, y que se permitiera el acceso de los judíos al Muro de las Lamentaciones. La respuesta declinando la propuesta, fechada el 26 de febrero de 1930 donde queda clara la prudencia de Freud frente al proyecto de fundar un «Estado de los judíos», fue la siguiente:

«Estimado Doctor Koffler,

No puedo hacer lo que usted desea. Mi reticencia a interesar al público en mi persona es insalvable y creo que las circunstancias críticas actuales no me incitan para nada a hacerlo. Quien quiera influenciar a la mayoría debe tener algo arrollador y entusiasta para decir, y eso, mi opinión reservada sobre el sionismo no lo permite. Sin dudas tengo los mejores sentimientos de simpatía para esfuerzos libremente consentidos, estoy orgulloso de nuestra universidad de Jerusalén y me alegro por la prosperidad de los establecimientos de nuestros colonos. Pero, por otro lado, no creo que Palestina pueda algún día ser un Estado judío ni que tanto el mundo cristiano como el mundo islámico puedan un día estar dispuestos a confiar sus lugares santos al cuidado de los judíos.

Me hubiera parecido más prudente fundar una patria judía en un suelo históricamente no cargado; en efecto, sé que, para un propósito tan racional, nunca se hubiera podido suscitar la exaltación de las masas ni la cooperación de los ricos. Concedo también, con pesar, que el fanatismo poco realista de nuestros compatriotas tiene su parte de responsabilidad en el despertar del recelo de los árabes. No puedo sentir la menor simpatía por una piedad mal interpretada que hace de un trozo de muro de Herodes una reliquia nacional y, a causa de ella, desafía los sentimientos de los habitantes de la región. Juzgue usted mismo si, con un punto de vista tan crítico, soy la persona que hace falta para cumplir el rol de consolador de un pueblo quebrantado por una esperanza injustificada».

La carta original de Freud se conserva en la colección Abraham Schwadrom de la Universidad Hebrea de Jerusalem [9. Nitzschke, Bernd, Ibídem, p. 10].

En «El malestar en la cultura» señala Freud que cada individuo forma parte de varios grupos a la vez, por lo que los grupos nunca serán homogéneas: rasgos de raza, clase social, religión, profesión, etc., subyacen en cada configuración grupal, que a su vez, empuja a dichos grupos a destacar sus diferencias y por lo general terminan querer imponiendo a los demás. A este mecanismo lo llamó Freud el «narcisismo de las pequeñas diferencias», fenómeno en ocasiones trágico como se manifiesta cuando:

«(…) grupos étnicos afines se repelen recíprocamente: el alemán del Sur no puede aguantar al del Norte; el inglés habla despectivamente del escocés y el español desprecia al portugués, haciéndose la aversión por el otro mucho mayor cuanto mayores son las diferencias y de este modo hemos cesado ya de extrañar la aversión que los galos experimentan por los germanos, los arios por los semitas y los blancos por los hombres de color» [11. Sigmund Freud. «El malestar en la cultura», Buenos Aires: Amorrortu, 2015, p. 103].

Desde la guerra árabe-israelí de 1948, cada 15 de mayo el pueblo palestino recuerda la «Nakba», que en árabe significa «catástrofe». Como símbolo de resistencia guardan las llaves de sus hogares que añoran recuperar.

Señala É. Roudinesco que Freud tuvo la intuición de que la cuestión de la soberanía sobre los Santos Lugares estaría algún día en el centro de una disputa casi insoluble. Temía que una colonización abusiva terminara por oponer, en torno de un fragmento de muro idolatrado, a árabes expulsados de sus tierras y judíos racistas. [8. Roudinesco, Élizabeth, Ibídem, p. 387]. La realidad contemporánea parece darle la razón al viejo profesor vienés.





Efectos del «bloqueo» en el sistema sanitario de Cuba (I)

Este escrito no trata de medicina aunque en él se hable de medicamentos, tampoco de psicoanálisis, aunque se refiera a «perversiones». Las perversiones mediante las cuales la mal llamada «comunidad internacional» se relaciona con aquellos países que considera que no pertenecen a ella.



Luego de una emotiva estancia en Cuba, de aprendizaje y cálida acogida en centros hospitalarios y universitarios, unos meses en La Habana y un par de semanas en la ciudad de Holguín, es momento de sentarme, reflexionar e intentar asimilar todo lo que he vivido durante este tiempo en la mayor de las Antillas.

Es sencillo encontrar artículos de prensa, textos académicos y tesis doctorales fruto de rigurosas investigaciones, con datos precisos sobre los efectos del bloqueo en el sistema de salud cubano. La mayoría bien documentados otros no tanto, muchos tendenciosos y otros parciales.

Se pueden encontrar muchos trabajos escritos con rigor histórico, pero de difícil acceso según en qué país nos localicemos por las restricciones a las que están sometidos los sitios de internet cubanos. También podemos encontrar textos cuyo valor se limita a expresar legítima indignación personal del autor ante uno de los hechos más infames del siglo pasado y el actual.

Por tanto, estas líneas no aportarán mucho a los trabajos existentes más que el acto de permitirme compartir una vivencia personal reciente en Cuba. Por tanto, para ampliar detalles y datos que considero necesarios que puedan a ayudar a entender la compleja situación cubana, intentaré apuntar algunas referencias que considero tienen como objeto ser más exhaustivas.

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE. UU. a Cuba

La República de Cuba tiene una extensión casi similar a la de Inglaterra. Con 109.884 km² de superficie, 5.776 km de línea de costa y 28,5 km de frontera con EE.UU., frente a los 130.279 km² que ocupa Inglaterra, y una longitud de costa aproximada de 2.400 km., la isla tiene una superficie que alcanza el 84,34% de la del territorio inglés.

Bien sabido es que Cuba está sometida a un bloqueo económico, comercial, financiero y social por parte de EE.UU. desde el año 1959. En salvar los obstáculos que ocasiona, el Estado y el pueblo cubano dedican la mayoría de sus energías y de su tiempo diarios. Energías y tiempo humano que otros estados y otros pueblos no necesitan perder.

En la mayoría de los países que participan del bloqueo impuesto por los EE.UU., incluso rechazándolo en los foros internacionales, sus ciudadanos para adquirir una docena de huevos, un antibiótico, una jeringuilla o un litro de leche, no tienen que dedicar más de media hora de espera en un comercio y unos 10 minutos de tiempo de trabajo traducido a salario efectivo. En Cuba eso no es así. Un europeo puede imaginar o recordar hechos similares en los periodos de guerra y postguerra, como la primera, la segunda o la guerra civil en España con las cartillas de racionamiento. Quizá también los ciudadanos de EE.UU. sufrieron algo similar a finales de los años 30, durante un período de tiempo más corto. Aunque actualmente en muchas de las calles de grandes ciudades estadounidense, pueden observarse masas intoxicadas deambulando en situaciones desesperadas en busca de la muerte, pero en este caso como consecuencia de la epidemia de drogas químicas con una precaria  asistencia social y sanitaria. Es sabido que aquella persona que no dispone de un seguro médico privado en el país del norte tiene muy complicado el acceso a servicios asistenciales básicos.

Tras el derrumbe de la URSS a principios de los años noventa Cuba padeció la pérdida dramática de un estado aliado que cooperaba y con el que mantenía vínculos comerciales igualitarios, así como relaciones de intercambio industrial, tecnológico, cultural y educativo. Pero en ese crucial momento occidente recrudeció las sanciones a las que venía siendo sometida desde 1959, justo cuando más colaboración y solidaridad necesitaba la isla.

Consecuencia de todo ello, junto quizá a una falta de previsión por parte del estado cubano que tenía casi todas las fichas puestas en la misma mesa, el país desembocó en el llamado «período especial», que tuve la circunstancia de conocer de primera mano durante una visita que hice en marzo y abril de 1992. Aunque hace años de aquello creo que la situación actual es mucho más dramática, pese a que ahora hay más cantidad de productos básicos disponibles en tiendas estatales y pequeños y medianos comercios de gestión privada [Mipymes], la mayoría son importados y de muy difícil adquisición para la población en general, debido al alto precio de los mismos a causa de la especulación inflacionaria por parte de intermediarios sin escrúpulos, tanto externos como internos. Los productos que pueden encontrarse van desde electrodomésticos —insistimos a precios de mercado occidental, muchos provenientes de EE.UU.— alimentos envasados, congelados, bebidas con y sin alcohol, pero no es posible encontrar medicamentos en las tiendas. Este es uno de los efectos más dramáticos del bloqueo.

El modelo sanitario cubano es de carácter socialista, es decir, la salud de la población es un derecho público y universal cuya responsabilidad es del Estado. Este modelo se implantó tras el triunfo de la revolución en 1959, al igual que el del sistema educativo, que obviamente, como todas las estructuras de la sociedad cubana, también padece de los efectos del «embargo».

El bloqueo es una sofisticada y habitual artimaña perversa occidental que busca provocar el desengaño y desaliento de los pueblos con sus propios gobiernos, es decir, con aquellos gobiernos que no se someten a los intereses de occidente. En el caso cubano se busca el desencanto con la revolución, a través de la insatisfacción económica y la penuria cotidiana, esperando con ello la caída del gobierno por la falta de apoyo o por una implosión social. Otro efecto buscado por el bloqueo, más perverso si cabe, es tener como ejemplo propagandístico por parte de EE.UU., en este caso a Cuba, como una muestra del fracaso de una revolución socialista.

A la difícil situación hay que sumarle una serie de fenómenos naturales que se producen periódicamente en la isla con efectos devastadores como el reciente huracán «Ián» de septiembre de 2022, así como la pandemia del COVID-19 declarada en 2020.

Las leyes «Torricelli» y «Helms-Burton»

El 7 de febrero de 1962 el gobierno de John F. Kennedy NOTAS [1. ACNU. Asociación Cubana de las Naciones Unidas. «Un día como hoy el presidente Kennedy firmó el bloqueo de Estados Unidos a Cuba». En línea: http://www.acnu.org.cu/articulos/un-dia-como-hoy-el-presidente-kennedy-firmo-el-bloqueo-de-estados-unidos-cuba] [2. Discover U.S. Government Information. «Proclamation 3447: Embargo on all trade with Cuba. By the President of the United States of America». National Security Archive. Gelman Library The George Washington University, 3 de feb de 1962. En línea: https://nsarchive.gwu.edu/document/27405-document-6-federal-register-proclamation-3447-embargo-all-trade-cuba-february-3-1962] firmó una orden ejecutiva que formalizó y consolidó el «embargo» económico, comercial y financiero contra Cuba, con el objeto explícito en la disposición de buscar la asfixia económica y el aislamiento político regional e internacional de la isla.

Décadas más tarde durante la administración de George Bush (padre) el 23 de octubre de 1992 el Congreso norteamericano sancionó la llamada «Ley para la democracia en Cuba» conocida como «Ley Torricelli», NOTAS [3. Amnesty International Publications. «El embargo estadounidense contra Cuba. Su impacto en los derechos económicos y sociales». Corte Internacional de Derechos Humanos, septiembre de 2009. En línea: https://www.corteidh.or.cr/tablas/r25238.pdf] [4. Senate and House of Representatives of the United States of America. «Cuban Democracy Act of 1992». Discover U.S. Government Information, 23 de octubre de 1992. En línea: https://www.govinfo.gov/content/pkg/STATUTE-106/pdf/STATUTE-106-Pg2315.pdf] endureciendo las disposiciones vigentes dándoles mayor alcance extraterritorial.

Esta ley, que se sumó a la «Enmienda Mack» de 1989, NOTA [5. Bell, Jason S. «Violation of International Law and Doomed U.S. Policy: An Analysis of the Cuban Democracy Act». University of Miami Law School Institutional Repository, 10 de enero de 1991. En línea: https://repository.law.miami.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=&httpsredir=1&article=1414&context=umialr] estableció dos sanciones aún más duras si cabe:

■■ Por un lado, prohíbe el comercio con Cuba de empresas subsidiarios de EE.UU. establecidas en terceros países;

■■ Por otro, prohíbe a los barcos que entren a puertos cubanos, con propósitos comerciales, tocar puertos de Estados Unidos o en sus posesiones durante los 180 días siguientes a la fecha de haber abandonado el puerto cubano. NOTA [6. Prensa Latina. «Leyes Torricelli y Helms-Burton, «perlas» del bloqueo contra Cuba». 17 de agosto de 2021. En línea: https://www.prensa-latina.cu/2021/08/17/leyes-torricelli-y-helms-burton-perlas-del-bloqueo-contra-cuba]

Posteriormente se promulgó el 3 de marzo de 1996 la «Ley Helms Burton» que firmó y puso en vigor el presidente Bill Clinton el día 12 de marzo siguiente, que se sumó a la orden 12854 del 4 de julio de 1993 que también firmó Clinton. Mediante estas leyes EE. UU. se adjudica el derecho de llevar a sus tribunales a aquellos que inviertan, sin su autorización, en Cuba en propiedades o empresas que supuestamente pertenecen a ciudadanos norteamericanos. NOTA [7. Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. «Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas (Ley Libertad -«Helms-Burton»)». 28 de octubre de 2007. En línea: https://web.archive.org/web/20071028145504/http://www.icap.cu/medidas/hb_sintesis.html]

Sabemos del alcance de las medidas que toman los tribunales norteamericanos, atribuyéndose el poder de poder sancionar fuera de su jurisdicción territorial como acaba de ocurrir con una sentencia que decretó una sanción de 16.000 millones de dólares al estado argentino, a favor de un fondo privado por la expropiación legítima de una empresa petrolífera nacional. NOTA [8. Diario Página|12. «Expropiación de YPF: un fallo a favor de los buitres». 9 de septiembre de 2023. En línea: https://www.pagina12.com.ar/586366-expropiacion-de-ypf-un-fallo-a-favor-de-los-buitres]

Algunos efectos de las sanciones

A causa del bloqueo, Cuba se ve imposibilitada de adquirir tecnologías, materias primas, reactivos médicos, instrumentos diagnósticos, medicamentos, dispositivos, equipos y piezas de repuesto. Esta situación obliga a las empresas cubanas a adquirirlos a través de terceros países, con el consiguiente encarecimiento del costo debido la intermediación mercantil. NOTA [9. Marimón Torres, N. y Torres Martínez, Esther. «Efectos del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos en el Sistema Nacional de Salud». En línea: https://revsaludpublica.sld.cu/index.php/spu/article/view/127] La población padece la escasez de medicamentos así como de material desechable imprescindible para la atención médica en los centros sanitarios. NOTA [10. Ministerio de Salud Pública. República de Cuba. «Bloqueo estadounidense provoca cuantiosas pérdidas al sector de la salud». 5 de mayo de 2021. En línea: https://salud.msp.gob.cu/bloqueo-estadounidense-provoca-cuantiosas-perdidas-al-sector-de-la-salud/] Las empresas extranjeras productoras de equipos de alta tecnología para la atención cardiológica, quirúrgica, etc. no suministran equipos médicos ni repuestos para reparar los existentes, aduciendo que los dispositivos poseen componentes estadounidenses.

Crisis alimentaria

La crisis alimentaria, probablemente más dura y cruel que durante la del período especial de los años noventa, está en línea con las propuestas que en 1960 el funcionario del Departamento de Estado Lestor Mallory consideró indispensables para «que conduzcan al hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno.» NOTAS [11. Office of the Historian. «Memorandum From the Deputy Assistant Secretary of State for Inter-American Affairs (Mallory) to the Assistant Secretary of State for Inter-American Affairs (Rubottom)». Foreign Relations of the United States, 1958–1960, Cuba, Volume VI, 6 de abril de 1960. En línea: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d499] [12. Prensa Latina. «Cuba condena vigencia del Memorando Mallory, fundamento del bloqueo». 6 de abril de 2023. En línea: https://www.prensa-latina.cu/2023/04/06/cuba-condena-vigencia-del-memorando-mallory-fundamento-del-bloqueo].

Señala Frei Betto, que «la escasez actual es más grave que en el Periodo Especial (1990-1995)», NOTA [13. Poch de Feliu, Rafael. «El empeoramiento de la crisis alimentaria en Cuba significa que el bloqueo de EE.UU. debe terminar ahora». 3 de septiembre de 2023. En línea: https://rafaelpoch.com/2023/09/03/el-empeoramiento-de-la-crisis-alimentaria-en-cuba-significa-que-el-bloqueo-de-ee-uu-debe-terminar-ahora/] teniendo que importar hasta el 80% de los alimentos que consume, frente al 70% de hace unos cinco años, que cuesta 4.000 millones de dólares anuales, frente a 2.000 millones. Sólo en el caso del maíz, la soja y el arroz, el gasto asciende ahora a 1.500 millones de dólares anuales. NOTA [14. Betto, Frei. «Entender la crisis cubana (Entenda a Crise Cubana)». 4 de julio de 2023. En línea: https://www.freibetto.org/entenda-a-crise-cubana/]

El bloqueo económico, comercial y financiero de los EE. UU. contra Cuba busca provocar desencanto, y el descontento popular que provoque la caída del gobierno. Por si fuera poco, a estas medidas se añadió el 12 de enero de 2021, al final del gobierno de Donald Trump, declarar a Cuba nación patrocinadora del terrorismo, lista que incluye a Corea del Norte, Irán y Siria. NOTAS [15. Whitney, W.T. «El empeoramiento de la crisis alimentaria en Cuba significa que el bloqueo de EE.UU. debe terminar ahora». Blog personal de Rafael Poch de Feliu, 3 de septiembre de 2023. En línea: https://rafaelpoch.com/2023/09/03/el-empeoramiento-de-la-crisis-alimentaria-en-cuba-significa-que-el-bloqueo-de-ee-uu-debe-terminar-ahora/] [16. U.S. Deparment of State. «State Sponsors of Terrorism». Bureau of counterterrorism. En línea: https://www.state.gov/state-sponsors-of-terrorism/]

«Rogues States»: Los estados canallas

La lista de países terroristas que confecciona EE.UU. está en la línea con la categoría «rogue State», países canallas, término que acuñó quien fuera Consejero de Seguridad de EE.UU., y actualmente Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony K. Lake en un artículo de 1994 en Foreign Affairs. En dicho artículo Lake describió a Irán, Irak, Libia, Corea del Norte y Cuba como «estados rebeldes», desde entonces el presidente Bill Clinton y miembros del Congreso adoptaron dicha categoría para señalar la amenaza que representan estos estados para los intereses estadounidenses. Noam Chomsky ha dedicado un libro al respecto, con «una información rica, apabullante y en general poco utilizada o mediatizada, contra la política americana en el mundo». NOTAS [17. Derrida, Jacques. «(No) más Estados Canallas», en Canallas. Dos ensayos sobre la razón, Madrid: Trotta, 2005, pp. 119-135] [18. Chomsky, Noam. Estados Canallas. El imperio de la fuerza en los asuntos mundiales, Barcelona: Paidós]

La emigración cubana un problema capital

La escasez y dificultades para la población cubana incide directamente en la constante emigración NOTA [19. McKelvey, Charles. «Cuba and the Cuban emigration». 26 sept 2023. En línea: https://charlesmckelvey.substack.com/p/cuba-and-the-cuban-emigration?utm_source=profile&utm_medium=reader2] que debilita al país, por la salida de trabajadores, muchos de ellos especializados y jóvenes universitarios. La pérdida de mano de obra es quizá uno de los problemas que más dificultan la vida cotidiana y la producción de bienes en Cuba, algo que se manifiesta de forma alarmante en la población rural. A esto se agrega la dificultad para importar semillas, fertilizantes, pesticidas, productos veterinarios que dificultan enormemente la producción agrícola.

Reponer una máquina sólo requiere un préstamo o donación de algún estado o entidad extranjera. Pero formar un profesional sanitario, un técnico, un trabajador de hostelería, un obrero especializado, etc. lleva años de inversión de tiempo y dinero. De estos trabajadores, hombres y mujeres, se benefician sin duda alguna los países que obtienen un trabajador cualificado sin haber invertido en su formación, tan solo deben limitarse a concederles un permiso de trabajo y residencia. Aquí no pretendo poner en cuestión la emigración. El mundo, nuestra «civilización» se basa y depende de ella.

Todo ser humano tiene el legítimo derecho de buscar un lugar donde su trabajo y condiciones le permitan una existencia mejor. De hecho Cuba recibe las indispensables remesas y envíos de mercancías básicas que envían quienes han podido emigrar y conseguir un trabajo o empleo, en condiciones precarias en muchos casos, en EE.UU. o en Europa. Yo mismo he emigrado de mi tierra. Sólo me refiero a la hipócrita «ayuda» de los mismos países occidentales que asfixian, ya no solo a Cuba, sino a muchos otros países de América y África obteniendo como beneficio mano de obra a menor costo.

Repercusiones del bloqueo en el sistema de salud

En el contexto de la pandemia las sanciones incrementaron la persecución a las transacciones de Cuba, lo que dificultó el pago a proveedores y incluso la recepción de donaciones internacionales. Por ello empresas como Sartorious, Merck y Cytiva se negaron a continuar como proveedores de material de laboratorio, reactivos e insumos.

Como ejemplo, un informe detallado que realizaron profesores de la Facultad de Ciencias Médicas de La Habana «Victoria de Girón», señala que el Cardiocentro Pediátrico «William Soler» carece del levosimendán, fármaco empleado en el tratamiento del bajo gasto cardiaco y que solamente es producido por los laboratorios Abbott de los EE. UU. Del mismo modo, los neurolépticos para el control de los síntomas psíquicos son de difícil adquisición en el mercado farmacéutico. NOTA [20. Ruiz-González, L., Piñera-Castro, H., & Smith-Groba, J. «Impacto del bloqueo estadounidense sobre el sistema cubano de salud en la última década». Revista Cubana de Medicina Militar, 52(1). En línea: https://revmedmilitar.sld.cu/index.php/mil/article/view/2469/1736]

Para paliar mínimamente estos obstáculos el gobierno cubano aprobó una serie de medidas que permiten temporalmente la importación sin carácter comercial, sin límites en su valor y exenta del pago del Impuesto aduanero de alimentos, aseo, medicamentos e insumos médicos, por la vía de pasajeros como equipaje acompañado. NOTA [21. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Ministerio de Justicia. «Resolución 133 de 2023 de Ministerio de Finanzas y Precios». 29 de junio de 2023. En línea: https://www.gacetaoficial.gob.cu/es/gaceta-oficial-no-47-extraordinaria-de-2023]

Europa es un «jardín»… el resto una «jungla»

En una visita reciente a La Habana en mayo de 2023, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea —así se denominan los cargos que ocupa—, Josep Borrell, manifestó sin rubor alguno estar seguro «(…) de que Cuba acabará siendo la Mallorca del Caribe», haciendo alusión a la isla española cuyo fuente de sustento se limita al turismo. El mismo que unos días antes espetó que Europa es un «jardín» y el resto del mundo una «jungla». Es de agradecer la sinceridad del gestor político —imputado por uso de información privilegiada en España por venta de acciones de una empresa en quiebra—y transparencia para comunicar la mirada que la «comunidad internacional» tiene de los países que no pertenecen a ella y su preferencia para que limiten a ser «garitos», como decía Carlos Puebla.

La independencia, decía José Martí, es condición de esencia de la vida y las revoluciones son como el café: han de hacerse con agua hirviendo… NOTA [22. Valdés Galarraga, Ramiro. Diccionario del Pensamiento Martiniano. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2002, p.311; 607]


La perversión de la mal llamada «comunidad internacional» (II)





La perversión de la mal llamada «comunidad internacional» (II)

El estado de excepción que se atribuye a sí mismo EE.UU. es aceptado por gran parte de los países que conforman la mal llamada «comunidad internacional», es decir, la Unión Europea —cada vez menos unida y menos europea, si nos atenemos a los principios propuestos por muchos de sus ilustrados pensadores del pasado— Inglaterra y demás acólitos.



Bajo esta atribución de supremacía mundial EE.UU. se permite imponer sanciones a países soberanos, hablar en nombre de organismos internacionales financieros, políticos y militares, tales como la OTAN, invadir o promover golpes de estado, en blanco y negro o «revoluciones de colores», sin que nadie les haya conferido explícitamente tal representación. O simplemente incumplir sistemáticamente resoluciones de Naciones Unidas, por ejemplo, en lo que respecta al levantamiento del «embargo» a Cuba, siendo la 30ª resolución incumplida la del 3 de noviembre de 2022, apoyada por 185 países con 2 votos en contra (EE.UU. e Israel y 2 abstenciones (Ucrania y Brasil). NOTA [1. Naciones Unidas. «La Asamblea General rechaza por trigésima vez y abrumadora mayoría el embargo a Cuba». 3 de noviembre de 2022. En línea: https://news.un.org/es/story/2022/11/1516617.] Treinta resoluciones de Naciones Unidas que EE.UU. no acata sin que la «comunidad internacional» pueda obligarle a cumplir.

Gran parte de ciudadanos de países de la «comunidad internacional» dan como válido, con esporádicas y leves protestas, que EE.UU. y ese reducido grupo de países aliados de occidentes hablen y decidan por el resto de la humanidad. NOTA [2. Zamora R., Augusto. Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos. Madrid : Ediciones AKAL, 2018. pág. 385]

Europa se dirime en el borde del precipicio, algo históricamente habitual, entre nacionalismos [1] y nuevos modos de fascismos, que en esencia son los mismos de siempre que nunca terminan de irse, por el contrario son permanentemente alimentados, en las urnas y fuera de ellas, mientras EE.UU. aprovecha esos temerarios desatinos militarizando el este de Europa, obligándole a comprar armamento y materias primas o incluso preparando escenarios de guerra en el pacífico frente a las costas de China. Toda esta operativa perversa y consentida se realiza bajo el imperio de su moneda, cuyo respaldo real es más que dudoso, ya que sólo está en el imaginario social. Algo que parece ir cambiando paulatinamente con las propuestas desdolarización que traen los vientos de oriente, generando espanto en Wall Street y sucursales. NOTA [3. Sheng, Wen. «Washington has only itself to blame for growing de-dollarization trend» (Sólo Washington tiene la culpa de la creciente tendencia a la desdolarización). 14 de agosto de 2022. Global Times. En línea: https://www.globaltimes.cn/page/202208/1272908.shtml]

Con estos términos, al que hay que agregar el de «guerra híbrida» [4. Persson, Gudrun. «Russian thoughts on hybrid war and colour revolutions». NATO Defense College. 16 de Enero de 2020. En línea: https://www.ndc.nato.int/research/research.php?icode=625], se denominan aquellas operaciones impulsadas por EE.UU. a través de la CIA [Agencia Central de Inteligencia] [5. CGTN en Español. «El desfile de éxitos de la «Revolución de Color» de la CIA», 8 de mayo de 2025. En línea: https://espanol.cgtn.com/news/2023-05-08/1655404669330329601/index.html], y por ONG´s que operan en los países destino actúando a instancias del establishment de la política exterior estadounidense. [6. Chaulia, Sreeram. «Democratización, ONG y «revoluciones de colores»». Open Democracy, 19 de Enero de 2006. En línea: https://www.opendemocracy.net/en/colour_revolutions_3196jsp/], impulsadas y financiadas por organizaciones como la fundación que preside George Soros la Open Society Foundations, [7. Benyik, Matyas. «George Soro´s Open Society Foundations and their role in «colours revolutions»». ATTAC Hungría, 2 de junio de 2017. En línea: https://www.attac.hu/2017/06/george-soros-open-society-foundations-and-their-role-in-color-revolutions/] o por la NED «Fundación para la Democracia» [National Endowment for Democracy] [8. «Reconsidering democratic transitions: the «Arab Spring» and the «color revolutions»» (Reconsiderando las transiciones democráticas: La «primavera árabe» y las «revoluciones de color»). NED. National Endowment for Democracy. 19 de septiembre de 2013. En línea: https://www.ned.org/ideas/about-the-forum/reconsidering-democratic-transitions-the-arab-spring-and-the-color-revolutions/], entre otras.

«Hemos sido elegidos para mostrar el camino a los pueblos del mundo…»

Como nos recuerda el profesor Augusto Zamora, durante la Segunda Guerra Mundial, la creencia en el «excepcionalismo estadounidense» llegó al paroxismo por la euforia del poder acumulado. NOTA [9. Zamora R., Augusto. Ibídem, pág. 133] El propietario de la revista Life, Henry R. Luce, escribió un artículo publicado el 17 de febrero de 1941 donde afirmó que el siglo XX sería «el siglo americano» y que el triunfo en la guerra otorgaba a EE.UU. el derecho a «ejercer sobre el mundo el pleno impacto de nuestra influencia, para los propósitos que a nosotros nos convengan y a través de los medios que nos parezcan apropiados». NOTAS [10. Luce, Henry R. «The American Century» (El siglo de América). Life Magazine. University of Michigan. En línea: http://www-personal.umich.edu/~mlassite/discussions261/luce.pdf] [11. —. «The American Century». Life Magazine, Vol. 10, Nº 7, p. 61, 17 de febrero de 1941. https://books.google.es/books?id=I0kEAAAAMBAJ&printsec=frontcover&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false]

Sin duda que la euforia estadounidense tenía sólidos argumentos. Tanto Europa, como la Unión Soviética, ariete de la victoria, y el Japón se encontraban devastados por la guerra. Latinoamérica atrapada en las redes de dictaduras fascistas, China en guerra civil y el resto del mundo sometido a dominio colonial. NOTA [12. Zamora R., Augusto. Ibídem, p. 135]

La euforia estadounidense y de gran parte de occidente, pasados los momentos de zozobra de la guerra fría y la amenaza del «fantasma comunista», —con el que justificó para aliarse con dictaduras militares para derrocar a gobiernos contrarios a sus intereses, como sucedió en Guatemala en 1954, Chile en 1973, entre muchos otros, para frenar el supuesto avance soviético en latinoamérica—, continuó y se amplificó tras el derrumbe de la URSS. NOTA [13. Bevins Vincent. El método Yakarta. La cruzada anticomunista y los asesinatos que moldearon nuestro mundo, Madrid: Capitán Swing, 2021]

Después atribuirse la victoria sobre el nazismo, EE.UU. se atribuyó otra, la caída del bloque soviético. Era «el fin de la historia». Es decir, todos los acontecimientos de la historia de la humanidad habían conseguido, según este discurso, llegar al objetivo final.

El anímicamente inestable —como lo describe en una interesante biografía escrita por Sigmund Freud [2] NOTA [14. Freud, Sigmund; Bullitt, William. El Presidente Thomas W. Wilson. Un estudio psicológico, Buenos Aires, Letra Viva, 1973, p.15] a propuesta del Embajador William Bullitt— presidente Thomas Woodrow Wilson que se creía elegido por Dios como el mismo manifestaba, impulsor de la «Sociedad de Naciones» creada en 1919, afirmó que «Estados Unidos había sido creado por Dios «para mostrar a las naciones del mundo cómo deben caminar por los senderos de la libertad»».

Un historial de atribuciones de EE.UU. para imponer sanciones a terceros países con diferentes presidentes de los dos partidos que se alternan en el gobierno, podemos encontrarlo en los informes de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, [Office of Foreign Asset Control] listado que incluye a Cuba, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Rusia, entre muchos otros. NOTA [15. Office of Foreign Assets Control. «Sanctions Programs and Country Information». 22 de septiembre de 2023. En línea: https://ofac.treasury.gov/sanctions-programs-and-country-information]

Vicios y errores internos como efectos del bloqueo

Un dirigente cubano, así como varias personas con las que llegué a establecer un diálogo crítico y sincero, me comentaron desde diferentes miradas sobre la revolución, que la crudeza del bloqueo impuesto hace ahora 64 años por el que hasta el momento es el imperio más poderoso y genocida de la historia de la humanidad, así como el seguimiento servil del mismo por el resto de países que siguen sus dictados, sobre algunos de los efectos perniciosos que genera el bloqueo en el funcionamiento interno del país. Contradicciones y deficiencias en ciertos terrenos de la gestión estatal, algunas de ellas muy groseras y por tanto fácilmente observables. Pero también afirmaron que mientras dicho bloqueo no se levante, esas deficiencias y mecanismos en ocasiones inoperantes, que son estructurales, difícilmente podrán resolverse, por el contrario, se acentúan día tras día.

La burocracia y el movimiento oscuro de mercancías al margen del mercado oficial puede comprobarse en la vida cotidiana. La necesidad de la población lleva a que algunas personas operen a espaldas de la ley en pequeñas transacciones y otros sin escrúpulo alguno se aprovechen especulando e incrementando precios sin que el estado pueda evitarlo.

No hay duda alguna que siempre habrá quien reme al revés y no faltarán quienes especulen y se lucren con la situación, como sucede en todas las sociedades. Pero es parte ineludible por la esencia misma de  la lucha revolucionaria detectar y resolver esas lacras que producen desazón y malestar en la población.

La población debe desplazarse a sus puestos de trabajo solventando como bien puede las limitaciones de transporte por la escasez de combustible y la deficiencia de los medios de transporte por la falta de vehículos o de mantenimiento por la falta de repuestos que hay que importar o «resolviendo» el abastecimiento diario de alimentos básicos, dedicando a ello gran parte de su tiempo. Sólo levantando el bloqueo el estado y el pueblo cubanos podrán revertir esta situación con el apoyo e intercambio de mercancías e insumos en condiciones económicas honestas de igualdad y cooperación internacional. Es difícil imaginar un país de la comunidad europea que fuera aislado de ese modo y que pudiera resistir durante tantos años.

En una carta de 26 de marzo de 1965 de Ernesto «Che» Guevara dirigida a Fidel, ya señalaba una serie de errores de los comienzos de la revolución que se han ido acentuando. Empezar a dibujar un monstruo por la nariz, conduce a que las patas no quepan en el papel, decía el Che, en referencia a la construcción de la Antillana de Acero. La figura es válida hoy día. Siguiendo su razonamiento, como la dependencia de materias primas del área dólar (…) «no se puede llegar a un desarrollo adecuado el año 80 simplemente con la ganadería y la caña; es necesario algo más. Ese algo más es la industria». Los recientes pasos del gobierno y el acercamiento real de países amigos, puede ser el comienzo de un giro de la actual situación. Ello requiere de una «planificación que sea realmente un canal conductor y no una válvula loca que a veces deja pasar libremente los gases y otras se cierra herméticamente poniendo en peligro de explotar la caldera.» NOTA [16. Guevara, Ernesto «Che». «Carta a Fidel», 26 de marzo de 1965 en Epistolario de un tiempo. Cartas 1947-1967. Centros de Estudio Che Chevara. La Habana: Ocean Sur, 2019, pp. 277-310]

Pese a todas las dificultades Cuba no ha cesado un momento de demostrar su solidaridad con pueblos que han necesitado ayuda, como fue la asistencia a Siria durante el reciente terremoto enviando entre otras ayudas, médicos especializados en catástrofes así como el envío de la brigada médica «Henry Reeve» al Hospital de Kahramanmarash en Turquía en febrero de 2023, NOTA [17. Alfonso-Graña I, Roque-Benítez R, Mederos-Castellanos A, Hernández-Muñiz Y. «La solidaridad fundamento ético de la medicina en Cuba». Revista Cubana de Reumatología. Vol. 25, No. 2 (2023). En línea: https://revreumatologia.sld.cu/index.php/reumatologia/article/view/1150] el apoyo a la República Árabe Saharaui Democrática cuyo pueblo el estado español acaba de abandonar a su suerte NOTA [18. PUSL-Por un Sáhara libre.org. «Cuba reafirma solidaridad con pueblo del Sahara Occidental». 2 de junio de 2022. En línea: https://porunsaharalibre.org/2022/06/15/cuba-reafirma-solidaridad-con-pueblo-del-sahara-occidental/], y donde Cuba mantiene desde 1976 brigadas médicas y educativas, la formación gratuita de profesionales sanitarios de diferentes países como he podido comprobar en la Universidad de La Habana, estudiantes de México, Palestina, Mozambique, China, Angola, Timor-Leste NOTA [19. Marimón Torres, N. y Torres Hernández, M.V. «Aporte de la solidaridad médica cubana a la salud de la población de Timor-Leste». Rev Cubana Salud Pública. 2022, vol.48, n.1. Ministerio de Salud Pública. Dirección de Relaciones Internacionales y Cooperación. La Habana, Cuba, Epub 25-Mar-2022. ISSN 0864-3466. En línea: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-34662022000100014], entre otras muchas manifestaciones de solidaridad y colaboración entre pueblos.

De igual modo, pese a las dificultades para importar insumos, Cuba produce y exporta a ciertos países sus propias vacunas contra el SARS-Cov2, pese a las reticencias de la OMS a autorizar las vacunas Soberana y Abdala, vacunando a la totalidad de su población. NOTA [20. Euronews. «Cuba empieza a exportar sus vacunas ¿Qué sabemos sobre Soberana y Abdala?». 28 de septiembre de 2021. En línea: https://es.euronews.com/2021/09/28/cuba-empieza-a-exportar-sus-vacunas-que-sabemos-de-ellas]

Insistimos. La tibieza de la «comunidad internacional» para aplicar las reiteradas resoluciones de la ONU para levantar las sanciones a Cuba solo la hace cómplice de una situación ilegal y criminal.

Quien padece los efectos del bloqueo no es otro que el pueblo cubano.


NOTAS:

[1] Un dato interesante para aficionados al deporte señal de las históricas divisiones territoriales nacionalistas europeas, siempre a sangre y fuego, nos lo brindan los torneos de futbol clasificatorios para los campeonatos mundiales. Por Europa con poco más de 6 millones de km2Rusia excluida—compiten 50 países y por los torneos en América del Sur con una superficie 3 veces mayor, unos 17 millones de km2, 9 países.

[2] «[…] la figura del presidente norteamericano, tal como surgió en el horizonte de los europeos, me resultó antipática desde el principio, y esta aversión aumentó al pasar los años a medida que supe más sobre él y cuanto más severamente sufrimos las consecuencias de su intrusión en nuestro destino. Al conocerlo mejor no fue difícil encontrar razones que justificaran esta antipatía. (…) Llegó a afirmar que “Dios ordenó que yo fuese el próximo presidente de los Estados Unidos”. No sé como evitar la conclusión de que un hombre capaz de tomarse las ilusiones de la religión al pie de la letra y tan seguro de tener una especial intimidad personal con el Todopoderoso, no es apto para mantener relaciones con los hijos del hombre». Freud, Sigmund; Bullitt, William. El Presidente Thomas W. Wilson. Un estudio psicológico, Buenos Aires, Letra Viva, 1973, p.15.


Efectos del «bloqueo» en el sistema sanitario de Cuba (I)





El amargo desencanto de las masas (I)

El líder «libertario»: síntoma de la amnesia social

Los resultados de las elecciones «Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias» (PASO) celebradas este 13 de agosto en la Argentina han supuesto un terremoto político debido al triunfo de una derecha extrema, indescifrable por los grotescos y apabullantes mensajes que emite su líder a una población agobiada por una situación económica y social cada vez más decadente.



No descubriremos nada si afirmamos que lo sucedido no es un fenómeno exclusivo de la Argentina. En absoluto. Un manto de mediocridad, desinformación y grosería que emana desde los medios de comunicación y las instituciones cubre a occidente desde hace décadas a ambos lados del Atlántico, creando las condiciones que posibilitan la emergencia de conglomerados políticos sin historia aparente que finalmente reciben el apoyo de los confusos electores frente a los partidos tradicionales enredados en contiendas internas, luchas de poder, políticas ambiguas cuando gobiernan o directamente contrarias al bien de los ciudadanos y del «pueblo» que dicen representar.

Gran parte del pueblo trabajador termina eligiendo en contra de sus propios intereses de clase, como ya ocurriera en otros momentos del siglo pasado y del presente. Ocurrió en Alemania en 1933, en la Italia de los años noventa, periódicamente en la España ambigua, monárquica y parlamentaria a la vez, en el Brasil que derrumbó al partido que más allá de sus deficiencias y limitaciones se ocupó de las clases obreras y las marginales, dando paso por mandato popular a un candidato que en la brevedad de su mandato mostró su verdadero rostro. Los ejemplos ocuparían la mayor parte de este espacio.

Así como sucedió hace pocos años en Brasil, como hemos señalado, con la derrota del Partido dos Trabalhadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva «Lula» y Dilma Rousseff frente a Jair Bolsonaro, llevar a cabo una política para erradicar la pobreza y dar un poco de oxigeno a las clases más desfavorecidas, no garantizó al PT el apoyo en las urnas, pero de lo que no parece haber duda es que aplicando una política neoliberal maquillada de «social» se facilita la derrota de un gobierno «populista de izquierdas». Esto lo digo sin resonancias irónicas, me limito a tomar la terminología establecida por sectores de la izquierda argentina seguidora de Ernesto Laclau.

Los ejemplos donde un pueblo elige a un representante contrario a sus propios intereses de clase abundan.

Las «PASO», un invento argentino

En ningún país del mundo, que sepa, es obligatorio para los ciudadanos concurrir a elecciones internas partidarias para elegir los candidatos finales a las presidenciales. Las PASO son un invento argentino. La ley que las implementó se dictó en 2009, siendo el año 2011 el primero en que se llevaron a cabo.

El proceso consiste en que cada agrupación política selecciona sus candidatos y los postula al electorado, que puede votar al que considere, independientemente del partido al que represente. Si en un partido sólo hay un postulante no habrá elección interna, ya que ese será el candidato final a las presidenciales, pero aún así participa en las PASO.

En estas últimas celebradas el 13 de agosto dos de las agrupaciones políticas más votadas presentaron sendos candidatos cada una:

  • El oficialismo, que responde al peronismo, presentó dos candidatos con la agrupación Unión por la Patria y obtuvo sumando los votos de ambos el 27,27%.

  • La oposición Juntos por el Cambio, que responde al anterior presidente Mauricio Macri, obtuvo (28,27%) sumando los votos de sus dos candidatos.

  • La tercera agrupación La Libertad Avanza, que terminó siendo contra pronóstico la más votada con el 30,04%, presentó un único candidato, el «libertario» Javier Milei.

Un ejemplo de esta singular situación electoral es el siguiente. Un partido de orientación trotskista, el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT), tal es su nombre, sumando sus dos candidatos obtuvo el 2,65%, por tanto no pasó el corte para presentarse a las presidenciales de octubre.

Esto parece indicar que el sistema beneficia a espacios que afrontan las elecciones con candidaturas únicas, que de ese modo no dividen los votos, como ha sido el caso de La Libertad Avanza, frente a los grupos que compiten internamente. Quizá habría que agregar el efecto de unidad —al menos aparente— que muestra dicha agrupación frente al electorado, sin el desgaste con el que llegan las otras que llevan a las PASO a dirimir en público sus diferencias, en lugar de hacerlo en sus órganos internos, con la saturación de campañas, propaganda, medios económicos que eso conlleva, así como la inevitable parálisis parlamentaria, puesto que la mayoría de los precandidatos ocupan cargos legislativos y gubernamentales.

Otro detalle. Las PASO aun siendo obligatorias, registraron en 2019 una participación ciudadana del 76,4%, y en la de agosto de 2023 bajó al 69%. Quizá este modelo electoral debería ser revisado, si es que la representación parlamentaria de organizaciones políticas más cercana a los intereses del pueblo le alcanza para hacerlo.

Su majestad el FMI.: al fondo a la derecha

Si el candidato triunfante de estas elecciones expresa abiertamente propuestas como mínimo inquietantes para los intereses del país y de la clase trabajadora de lo que no cabe duda, al menos para el que escribe, es que es un emergente, un síntoma social de una situación de decadencia que la Argentina viene construyendo ladrillo sobre ladrillo desde hace décadas.

En esa línea la reacción del gobierno actual luego del batacazo electoral fue devaluar la moneda nacional un 20% y pedir una reunión con el FMI (Fondo Monetario Internacional) que en el momento de escribir este breve texto se está llevando a cabo en su sede en 19th Street, N.W. Washington, D.C., EE.UU., entre el Ministro de Economía y candidato a la vez del oficialismo Sergio Massa y la directora de tal solícito organismo, Kristalina Georgieva, que haciendo honor a su nombre de pila con total transparencia exige al ambivalente ministro-candidato entre otras cuestiones tal como publica el diario Página|12 «(…) la necesidad de no incrementar el gasto público en jubilaciones y salarios de empleados del Estado, ordenó no aflojar con la eliminación de subsidios y mantener a raya la expansión monetaria. Pero además, ya puso el ojo sobre el escenario poselectoral, al pedir que se desactiven los controles cambiarios, aplicar «reformas estructurales» en el sistema previsional y en las empresas públicas.» [1. «El FMI mete presión sobre el gasto público y ya le apunta al escenario poselectoral», Diario Página|12. 26 de agosto de 2023: https://www.pagina12.com.ar/582245-el-fmi-mete-presion-sobre-el-gasto-publico-y-ya-le-apunta-al].

Cumplir estas exigencias permitirá al país recibir «el desembolso de 7500 millones de dólares en favor de las reservas del Banco Central —el mismo que Javier Milei propone disolver. Aquí surge un interrogante, si se disuelve tal como propone el «libertario» el Banco Central ¿quien respondería por la deuda contraída?—, lo cual alivia el escenario financiero hasta fin de año.

El FMI, continua la nota de Página|12, estima que «la inflación del año cerrará en el 120 por ciento anual y que el PBI caerá un 2,5 por ciento.» Aclaremos que gran parte de esos fondos se destinan a pagar intereses de la deuda que arrastra el Estado argentino con el propio FMI.

En la campaña electoral, que lleva a cabo al menos desde 2019, el líder «libertario» propone dolarizar la economía, cerrar el Banco Central y liquidar las empresas e instituciones del Estado, entre ellas el CONICET [Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas], el organismo que se dedica a la promoción de la ciencia y la tecnología.

Es pertinente recordar que esa misma política privatizadora y de desmantelamiento estatal ya fue ejecutada en los años noventa por un gobierno peronista, el de Carlos Saúl Menem, con el apoyo popular durante casi una década, también vale decirlo. Pizza y champán era el eslogan, cuando 1 peso equivalía a 1 dólar. Todos felices en aquellos momentos…

Los ladrillos del muro

Uno de esos ladrillos que invocamos, como ejemplo de los muchos que se acumulan en el muro que separa a la dirigencia política del pueblo, fue por ejemplo el que el PCA (Partido Comunista de la Argentina) aportó con la firma de un acuerdo con la Coalición Cívico-Militar en 1973 encabezada por el Gral. Jorge R. Videla como representante principal de los militares. Al año siguiente, en marzo de 1976 se produjo el golpe de estado que derrocó al tambaleante y nefasto gobierno de Isabel Perón, golpe militar que se ejecutó con el apoyo de gran parte de la población civil. La dictadura militar desplegó una campaña de extermino contra la población civil con claras«raíces ideológicas en el movimiento fascista de cosecha propia argentina», como declararía el propio almirante Emilio Massera «Argentina estaba combatiendo una «Tercera Guerra Mundial» entre el materialismo dialéctico y el humanismo idealista, lo que significaba eliminar la influencia de Marx, así como de Freud y de Albert Einstein» [2. Vincent Bevins. El método Yakarta. Madrid, Capitán Swing, 2021, p. 310-311] [3. Federico Finchelstein. The Ideological Origins of the Dirty War, New York, Oxford University Press, 2014, p. 127]

Previo a esto, en 1973, se creó desde el propio Estado durante un gobierno democrático la Triple AAA, (Alianza Anticomunista Argentina), una organización parapolicial de ultraderecha gestada en el propio gobierno peronista, que como es sabido participó y ejecutó decenas de miles de jóvenes militantes, sindicalistas y civiles incluso sin militancia activa. El terrorismo de estado funciona de ese modo. Mata por las dudas, para crear pánico y sumisión en la población. [4. Atilio Borón. Bitácora de un navegante. Teoría política y dialéctica de la historia latinoamericana, Buenos Aires, CLACSO, 2020, p. 72. Enlace abierto: https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2020/10/Atilio-Boron-Antologia-esencial.pdf].

Otra década infame

Hago un paréntesis levemente autorreferencial, por ende narcisista, para evocar momentos de mi intensa y añorada juventud…

Nací en Buenos Aires, en el barrio de Villa Real y me crié en el sur de Buenos Aires, en el Barrio San José de la localidad de Temperley. En la zona fuimos testigos cercanos junto a mis padres de hechos trágicos, entre ellos la llamada «Masacre de Pasco». [5. «Los acribillaron y volaron los cuerpos con granadas: la Masacre de Pasco, el asesinato en masa más sangriento de la Triple A». Infobae, en línea: https://www.infobae.com/sociedad/2021/03/20/los-acribillaron-y-volaron-los-cuerpos-con-granadas-la-masacre-de-pasco-el-asesinato-en-masa-mas-sangriento-de-la-triple-a/].

La década infame de los años ´70 y principio de los ´80 me acercó a militar en las juventudes comunistas y luego, en función de mi sector de trabajo, en el movimiento sindical, primero en la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) y luego en la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), ambas organizaciones pertenecientes al movimiento sindical peronista, en ambos casos en listas internas opositoras a la burocracia sindical que controlaba dichas organizaciones obreras, una especie de barras bravas, que manejaban las cuotas que pagaban los afiliados, entre otras cosas…

En la universidad mi militancia fue escasa, aunque participé por ejemplo en la manifestación del 30 de marzo de 1982, [6. «La masiva marcha que lideró Saúl Ubaldini y fue el primer desafío al poder de la dictadura militar». Infobae, en línea: https://www.infobae.com/sociedad/2022/03/30/paz-pan-y-trabajo-a-40-anos-de-la-movilizacion-que-marco-el-principio-del-fin-de-la-dictadura/] tres días antes del desembarco de los militares argentinos en las Isla Malvinas, guerra de la que me libré por muy poco y en la que murieron dos muchachos cercanos, de mi barrio uno, del trabajo el otro.

Mi padre, que era albañil y delegado sindical no liberado de la UOCRA falleció ese año; estaba sin trabajo, excluido del propio gremio por no ser partícipe de contubernios ni cómplice de prebendas que otros impunemente aceptaban. Luego de estar detenido por su militancia sindical, preso en dos ocasiones, fue liberado unos meses antes de su muerte. Tenía 49 años.

En los noventa aterricé en España. Dicho esto, continúo.


Apilando ladrillos en el muro

Durante esas décadas los ladrillos siguieron agregándose al muro. Los partidos autodenominados de «izquierda», incluida la izquierda peronista, cada vez más aferrados a un discurso más inaccesible para la clase obrera. Sus dirigentes demostraron no haber aprendido nada del «Che» al que tanto invocaban llevando su imagen a cada acto, piquete o manifestación.

Mientras el movimiento sindical argentino —un fenómeno probablemente único en el mundo, ya que el porcentaje de afiliados es de los más altos de occidente— manejan y controlan los servicios sociales y sanitarios de los trabajadores, lo cual en su momento fue un logro y una conquista obrera indiscutible. Otra cosa es lo que ha sucedido con muchos de estos gremios y la gestión de los recursos, con dignas y meritorias excepciones.

El gobierno actual, cuya lista que acaba de ser derrotada en estas PASO, mantiene un raro equilibrio entre un discurso social que de repente firma un convenio bilateral con Rusia y luego con China y a la semana siguiente celebra un viaje a Washington y después pide ingresar en el grupo de los BRICS.

Mientras incluso los medios de comunicación afines asisten estupefactos a la firma de un nuevo empréstito con el FMI que permita seguir pagando intereses de una deuda con las corporaciones internacionales capitalistas que nunca se acaba, por el contrario no termina de incrementarse.

Estimo que si fueran invitados Milei, Macri o su candidata Patricia Bullrich, acudirían encantados a la firma de estos nuevos empréstitos y pasar un fin de semana en Central Park unos y retratarse en el Planet Hollywood de Manhattan otros.

Los argentinos y la relación erótica con el dólar

El genial humorista argentino Tato Bores en un monólogo vigente a día de hoy, hacía un juego en su programa sobre la cotización del dólar frente al peso y la relación de los argentinos con la verde divisa… era el año 1962!!!!!

Y otro programa de los años 80:

¿A qué se debe esta fascinación argentina por la moneda de los EE.UU. desde hace tantas décadas? Fascinación que por cierto también se observa en la mayor de las Antillas…

Seguiremos pensando en torno a este enigma en siguientes páginas…

Mientras nos quedamos con esta reflexión de Wilhelm Reich sobre la falta de relación entre las condiciones sociales y la conciencia de clase:

«Ya hemos visto que las situaciones económica e ideológica de las masas no tienen por qué coincidir y que incluso puede haber entre ellas una divergencia notable. La situación económica no se traslada inmediata y directamente a la conciencia política; si ello fuera así, la revolución social se habría realizado hace tiempo» [7. Wilhelm Reich. Psicología de masas del fascismo. Traducción de Roberto Bein; Introducción e edición Carlos Ledesma Lara; Madrid, Enclave de Libros; Fundación Aurora, 2020, p. 90.]


El amargo desencanto de las masas (II)





El amargo desencanto de las masas (II)

Elecciones: cuando se vota en contra del propio interés

Todo acontecimiento tiene una historia. No emerge de la nada. En este año 2023 la inflación en la Argentina supera el 100% anual. Como si la crisis del 2001, el espectro del famoso y trágico corralito retornara o nunca se hubiese ido. Ningún acontecimiento que se produzca en un país puede reducirse a una circunstancia puntual, aunque se repita cíclicamente, como sucede en el «caso argentino». Por ejemplo, si dijéramos que la crisis de 1929 fue «la causa» del ascenso del Partido Nacionalsocialista en Alemania, parafraseando a Pierre Vilar, deberíamos pedir perdón a la memoria histórica por la ligereza. [1. Pierre Vilar. Pensar la historia, México: Instituto Mora, 1992, p. 57.]



Teatro Colón. Gentileza Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires: turismo.buenosaires.gob.ar

El subdesarrollo latinoamericano

A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva.

La biblioteca de Babel.

J. L. Borges.

Es sabido que no hay relación causal entre la situación económica y social de un pueblo y un resultado electoral que permite la llegada al gobierno de un partido contrario a sus propios intereses. Siempre habrá otros elementos: apoyos económicos, mediáticos, empresariales, injerencias externas… para que un régimen de esa característica llegue al poder, como sucedió con el trágico ejemplo alemán de los años 30, donde la posición del partido socialdemócrata en aquella época, facilitó las cosas para que así sucediera, ya sea por inoperancia, fragilidad política o ineptitud.

«Sólo una historia comparada (y total —economía, sociedades, civilizaciones) es el instrumento adecuado para descubrir los procesos y poner a prueba los modelos, para distinguir en las múltiples combinaciones entre “lo viejo” y “lo nuevo”, lo que es promesa, lo que es amenaza. Entre las ciencias del hombre, las más ilusorias son aquellas que prometen descubrir en el aislamiento, un solo sector de las realidades (“economía” por una parte, “mentalidades” por otra), como si todos los “sectores” no fueran siempre interdependientes[2. Ibídem, p. 52.]

A principio del siglo XIX las oligarquías criollas en Latinoamérica se desgajaron de España (como ocurrió en Cuba en 1898 y en Panamá en 1903, con la diferencia que ambas pasaron a control directo de los EE.UU. sin interluidos, como bien señala Augusto Zamora). Las luchas contra el colonialismo se produjeron en medio del auge del capitalismo, modo de producción emergente en las potencias de occidente. [3. Augusto Zamora R. Malditos libertadores. Historia del subdesarrollo latinoamericano. Madrid: Siglo XXI, 2020, p. 39].

Pero la verdadera independencia política y por tanto económica nunca llegó a materializarse en los países de Latinoamérica. Hay momentos en los que algunos parecen estar más cerca de lograrlo: Brasil, México… pero nunca terminan de desprenderse de los tentáculos financieros externos del Banco Mundial, del FMI, con deudas públicas que no bajan del 85% y 60% del PBI respectivamente. En esa dirección, estos días de agosto se han producido movimientos interesantes por parte de los países que conforman los BRICS, pese a algunas fricciones entre ellos —China y la India— grupo económico con perspectivas de alcance político creado en 2009 por Brasil, la «aislada y sancionada» Rusia, la hasta hace poco suministradora de madera, carbón, petróleo y gas a precios preferentes a la Europa occidental, India, China y Sudáfrica, que apuntan a un mundo multipolar que pueda hacer frente al unilateralismo de EE.UU. y que en la última reunión, que ha tomado gran trascendencia dado el conflicto en varias direcciones pero con un aparente mismo punto de origen (la disputa por la hegemonía económica mundial entre EE.UU.-Unión Europea por un lado y China-Rusia, por el otro) han aceptado nuevos países miembros: la Argentina, Egipto, Etiopía, la también sancionada República Islámica de Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes.

Unos apuntes respecto a los BRICS. Recordemos que el acrónimo «BRIC» surge en 2001 por idea de un miembro, en aquel entones, del grupo financiero Goldman Sachs, el economista Jim O’Neill. También sería pertinente tener en cuenta que en principio y por la propia naturaleza de los países que conforman el grupo no parece que las propuestas de los BRICS vengan a subvertir el orden económico actual del sistema capitalista y precapitalista imperante en gran parte del planeta.

El proyecto de los BRICS (que por el momento no tiene una sede física ni sitio WEB) viene con la expresa intención de disputarle a occidente, es decir a EE.UU. y Europa, el lugar que hasta este momento vienen ocupando por imposición mediante su fuerza militar, económica y cultural, lugar en el que se ha asentado aún más desde la caída del bloque soviético.

La iniciativa se viene desplegando dentro de un marco donde el sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la libre competencia y en el mercado no creo corra peligro alguno. Pese a ello, la esperanza de una especie de capitalismo con «rostro humano» (nunca entendí el significado de la expresión) que atienda un poco más a las necesidades de los pueblos, siempre siempre será bienvenida.

No hay un único «capitalismo», los hay de varias especies

En los años ´90 el francés Michel Albert escribió un ensayo titulado Capitalismo contra Capitalismo [4. Michel Albert. Capitalismo contra capitalismo, Buenos Aires, Ed. Paidós, 2a. reimpresión, 1993.], donde planteaba que en realidad no existía una sola forma de capitalismo, sino en ese momento, al menos dos modelos: el anglosajón y el modelo renano. El primero, que es el que se ha impuesto, es más desregulado, hecho a medida de las necesidades empresariales, sin atender a la protección de los trabajadores y con libertad total de circulación de capitales y fuerza de trabajo. El renano, vigente en algunos países del norte de Europa (llámese «estado de bienestar») es un modelo más regulado, con variable grado de protección social según cada país y con una legislación laboral con mayor protección de los trabajadores.

Hablar en términos de capitalismo, modos de producción, imperialismo… resulta anticuado en la actualidad, por la incomodidad que produce en las nuevas formas de entender las relaciones económicas entre países. Son términos, mejor dichos conceptos y categorías, que en esta época se consideran obsoletos, al punto que ni siquiera las organizaciones sociales, sindicales y políticas de las izquierdas contemporáneas y «progresistas» se atreven a usarlos.

El reparto de África

Pero la realidad es terca. Lo que se reprime, retorna.

¿Con qué términos y en qué modo puede explicarse la situación de por ejemplo de la República de Níger respecto a sus riquezas naturales y el saqueo a la que es sometida por parte del Estado francés que protege con su ejército a las empresas privadas que ejecutan la extracción de uranio, entre otras materias primas?

[Un apunte: siempre que hay un expolio por parte de empresas privadas de occidente en algún país (Siria, Níger, Irak, etc.), dichas empresas siempre están protegidas por el ejército del Estado al que pertenecen (Francia, EEUU. etc…), es decir, dichos Estados garantizan la apropiación de riquezas de otros].

A la revuelta que desembocó en la caída del gobierno nigerino y de las élites prebendarias leales al Estado francés, se la llamó en los medios de occidente «golpe de estado».

Organizaciones pertenecientes a la llamada «comunidad internacional» (la OTAN y la CEDEAO [Comunidad Económica de Estados de África Occidental] principalmente) reaccionaron amenazando con intervenir militarmente para forzar el retorno a la situación anterior, es decir, volver a colocar en el poder a los que participaban del saqueo de los recursos naturales, con el peligro real de que una nueva guerra civil se produzca en el corazón de Africa. Pero esto a la «comunidad internacional» beneficiaria de la extracción de las riquezas africanas, no le importa lo más mínimo. Es lo que han hecho desde siglos, expolio que se formalizó con el pacto firmado en la Conferencia de Berlín de 1885 convocada por Francia y Alemania para delinear el reparto colonial de África, encuentro al que no fue invitado ningún estado africano.

El reparto de África. Conferencia de Berlín. Publicada en Le Journal L´Ilustration, 1885

Las fuerzas imperiales de occidente, siempre en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad, en el caso del estado francés, de la democracia, en el caso de las fuerzas del imperio anglosajón y norteamericano, reiteramos, amenazan con intervenir en Níger. El embajador francés acaba ser expulsado del país por la nueva junta de gobierno, y mientras ensayamos estas líneas, se acaba de producir una revuelta en otro país donde Francia tiene gran influencia, nos referimos a la República Gabonesa… Veremos que sucede.

Insistimos. Un concepto es considerado obsoleto o superado cuando define y revela con valor histórico una injusticia por parte de quienes imponen el orden neoliberal y neocolonial (otros dos términos «superados» en el marco del pensamiento de yeso seco de occidente) que marcan las pautas económicas y sociales. Conceptos y categorías rechazados que provienen del campo de la sociología, la ciencia de la historia, el materialismo histórico, etc… que tienen igual valor y vigencia que la ley de la gravedad newtoniana, al menos, sobre la superficie de la tierra.

La independencia que nunca llega

Latinoamérica se independizó de España en el momento en que vastas regiones del mundo cayeron bajo el dominio de otras pocas potencias europeas (Francia, Holanda, Belgica…). Cuando Latinoamérica parecía librarse de esas dos lacras, del colonialismo y del imperialismo, esa independencia nunca ha llegado a materializarse. Los países latinoamericanos (fundados mucho antes que la gran mayoría de países europeos…) salieron de la órbita ibérica y entraron al mismo tiempo en la anglosajona.

Durante el largo y vertiginoso siglo pasado y el presente ha fluido más dinero desde Latinoamérica a los EE.UU. que en la dirección opuesta, pese a la infinidad de préstamos que se firman con el objeto de mantener la dependencia económica e incrementar exponencialmente la deuda. Esto lo resume el documento publicado de Paul Rosenstein-Rodan publicado en 1961 por el MIT. [5. Paul Rosenstein-Rodan (1961). International Aid for Underdeveloped Countries. The Review of Economics and Statistics, 43(2), 107–138. https://doi.org/10.2307/1928662 ; en línea: https://pdfs.semanticscholar.org/895f/2bcb2b9bd4f567e6b31a3d6335b81fe0ac47.pdf.] Este proceso de crecimiento en desequilibrio [6. Paul Rosenstein-Rodan.«Natura Facit Saltum: Analysis of the Disequilibrium Growth Process» (Análisis de «El proceso de crecimiento en desequilibrio»); en línea: https://www.rrojasdatabank.info/pioneers8a.pdf] comercial sólo perpetúa la descapitalización de los países latinoamericanos con el objeto de consolidar la dependencia de éstos: «los empréstitos privados y públicos los integran países deudores, y como las ganancias provenientes de las inversiones privadas se repatrían, hay una transferencia neta de riqueza del país en desarrollo al país desarrollado». [7. Karl Deutsch. «Social Mobilization and political Development», The American Political Science Review, vol. 55, núm. 3, septiembre de 1961, Yale University Press, New Haven, Connecticut, pp. 493-514, disponible en: https://www.jstor.org/stable/1952679]. [8. Augusto Zamora R. Ibídem, p. 40]. La independencia, necesaria, imprescindible, de los reinos de España y de Portugal, solo significó cambiar de tipo de dominación y de amo.

Las oligarquías criollas

Latinoamérica pasó sin transición alguna del decadente y grisáceo imperialismo ibérico, como hemos apuntado, a otro más taimado, cruel y rapaz, al británico primero y al estadounidense hasta nuestros días, ambos más incisivos e implacables. [9. Ibídem, p. 44].

En su libro «La acumulación del capital», en el capítulo dedicado a los créditos internacionales, Rosa Luxemburgo afirmó que los préstamos«son indispensables para la emancipación de los estados que aspiran a ser capitalistas y son, al mismo tiempo, el medio más seguro para que los estados capitalistas antiguos ejerzan su tutela sobre los modernos, controlen su Hacienda y hagan presión sobre su política exterior y sobre su política aduanera y comercial.»[10. Rosa Luxemburgo. «Los empréstitos internacionales», en La acumulación del capital. Disponible en: https://www.marxists.org/espanol/luxem/1913/1913-lal-acumulacion-del-capital.pdf].

Este certero análisis de Rosa Luxemburgo sigue vigente hoy día, donde muchos países no pretenden salir del sistema capitalista dominante, sino por el contrario procuran y ruegan entrar en él, dado que sus economías y relaciones de producción en gran parte de ellos (África, Latinoamérica), son precapitalistas. La mayoría de partidos progresistas y fuerzas políticas de nuevo cuño apuntan en esa dirección. El objetivo que manifiestan esas organizaciones políticas autóctonas, es que los países y pueblos que dicen representar sean capitalistas de pleno derecho. Y ese un error elemental si lo que se pretende con ello es el bienestar y autonomía de esos países. Los países que ocupan el centro de poder no lo permitirán, ya que por estructura necesitan de regiones precapitalistas para sostenerse, mediante la llamada «acumulación originaria» permanente, como se observa en los países africanos que suministran las materias primas a precios irrisorios y prebendas mediante, que Europa necesita, puesto que sin ese trasvase de riquezas el «aglomerado» europeo se desmoronaría.

Los grupos dominantes de las oligarquías regionales (oligarquía es otro término que se considera caduco, pese a la vigencia por la necesidad de su uso para nombrar una realidad histórica) de cada uno de los países latinoamericanos librados del dominio ibérico estuvieron siempre más pendientes de satisfacer el poder de Londres primero, y el de Washington después que de crear Estados libres fuertes, industrializados y pueblos educados. Así hasta nuestros días.

Las oligarquías criollas «(…) favorecieron el neocolonialismo y siguen siendo abanderadas de sistemas económicos y sociales que mantienen a los países anclados en el siglo XVIII.» [11. Augusto Zamora, R. Ibídem, p 143-144.] Mientras gobiernos «progresistas» regionales siguen recurriendo a quienes armaron el entramado neocolonial para meter a Latinoamérica en este laberinto (FMI, Banco Mundial, etc..) para que la saquen de él. Es ingenuo creer que el que creó la trampa financiera para su propio beneficio renuncie a ella sin más y acuda al rescate.

Cerramos esta parte resumiendo que en las oligarquías latinoamericanas encontramos una de las claves principales de la situación actual de la región. Aunque el término «oligarquías» esté anticuado y devaluado por su intencionado desuso, los pueblos latinoamericanos y africanos nunca han podido librarse de ellas.

En el caso argentino es más que evidente.


SIGUIENTE:

El amargo desencanto de las masas (III)





El amargo desencanto de las masas (III)

«No hay más tonto que un obrero que vota a la derecha»

Se lee habitualmente en las mal llamadas redes sociales frases del estilo: «no hay más tonto que obrero que vota a la derecha», y afirmaciones semejantes. Ser de «derecha» para el ser humano es inercial, casi «instintivo»… No serlo implica un trabajo ético y moral de reflexión.



Es admirable la fascinación que tienen los candidatos políticos por los cascos obreros cuando se aproximan las elecciones…

Volver con la «izquierda marchita»…

No cabe duda alguna que occidente viene desplazándose hacia la derecha desde hace décadas, algo de lo que los «eurocomunistas» han sido expertos en el derrape, del cual más de uno se pasó de carril.

Ser de «derecha» para el ser humano es inercial, casi «instintivo»… No serlo implica un trabajo ético y moral de reflexión.

Así, con indescifrable intención, nos lo presenta Stanley Kubrick en la primera secuencia de la película «2001. Una odisea del espacio». En ella se ve a un grupo de «monos-hombre» apropiándose de una charca. Agrediendo y golpeando al resto de habitantes del lugar para que no se acerquen a ella. Estos deben responder y luchar para poder hacerlo si no quieren perecer de sed, pero terminan rindiéndose…

Parece habitar algo «instintivo» en la especie humana que empuja a sus miembros a la posesión de cosas —en aquellas prehistóricas épocas, alimentos; hoy mercancías— más allá de la necesidad. Lo hemos observado en la reciente pandemia cuando algunas personas adquirían —ante el pánico inducido por los medios de una inminente escasez de productos básicos— en las tiendas y acumulaban en sus casas artículos tales como papel higiénico, aceite, leche, etc. en cantidad exageradas.

La frase respecto al obrero tonto que vota a la derecha, me recuerda, por el inexistente análisis previo del que la pronuncia, una anécdota —no puedo evitar decir que me dedico a estudiar psicoanálisis—.

Un paciente en una sesión de análisis, ante la demanda de divorcio que le presentó «su» esposa, me dijo:

— «Yo… a ella no la entiendo. Yo que le di todo, y ahora va y me deja por que me huele el aliento» (las negritas obviamente son mías).

¿Qué quiso decir este hombre con «le di todo»? ¿Qué entendió al menos en ese momento por «todo»? ¿Qué significó para su psiquismo activo en la pereza de reflexionar cuando escucha la frase que le dejan «porque le huele el aliento»?

Halitosis y Límites

Un apunte. Como bien saben los físicos e ingenieros el «momento flector» señala el límite donde una viga sostenida en dos puntos de apoyo sometida a presión vertical puede ceder. Es decir, si dicho límite de fuerza es superado la viga termina partiéndose. Aquí el esquema extraído de un libro de resistencia de materiales:

Momento flector de una viga con dos apoyos.

Insultar a un obrero por que no vota lo que se espera que vote, es creer en el determinismo causal, es decir, que por el solo hecho de que un trabajador sea explotado dentro de un régimen laboral su conciencia de clase surgirá como las flores en un campo de orégano.

Siguiendo con la sesión con el paciente:

— «No estimado paciente. Su mujer le dejó por qué Ud. no hizo nada para que el aliento no le huela. Su esposa se aleja por la dejadez en la que Ud. mismo se instaló. Olvidó, y quizá nunca supo, que el cariño y el amor es un trabajo cotidiano. Ante el amor no se puede descansar. Y «su mujer» que parece ser alguien que piensa, puedo suponer que labora día tras día para que su deseo, el de ella, no se le marchite junto al suyo, ni se le pudra como su aliento. No estimado paciente!!, su esposa, que nunca ha sido suya, no le deja, sino que se aleja para resguardar su deseo y sus intereses. Ud. se pasó del límite. Superó el «momento flector» de su esposa.»

Recuerdo perfectamente que no le dije semejante parrafada al unidimensional hombre. Pero ganas no me faltaron. (En ocasiones tengo que hacer un ejercicio deontológico para no olvidar que mi consulta no es la barra de un bar y recordar que aún en la calle me debo al oficio que elegí, aunque no siempre puedo lograrlo… La formación continua es imperativo.

Soy un aprendiz… por siempre.

Continuamos las sesiones semanales o quincenales, ya que el im-paciente solía cambiar la hora de los encuentros habitualmente (si no era por causa justificada, la sesión me la tenía que abonar, eso ponía límite a su dejadez y a mi «momento flector» laboral), durante un mediano tiempo.

Luego de aquello, un día me lo encontré por la calle. Me saludó, se paró frente a mí, lo reconocí al instante y con un gesto claro de querer conversar amistosamente conmigo me dijo:

—«Se acuerda de mí?».

Asentí con la cabeza.

—«Sabe Doctor, que me encontré hace poco a mi mujer escribiendo en facebook y en ese momento, cuando lei lo que ella escribió, me di cuenta de que nunca la entendí. Es que somos tan distintos…!!! »

El hombre me habló como si su halitosis, su mujer y su divorcio fueran para mi tema diario de reflexión.

— «Nunca la entendí», insistió.

—«Tampoco lo intentó», pensé en ese momento.

Obviamente, como aquella vez en la lejana pero muy presente sesión, la última de aquel día para mí, algo cansado pero con un mínimo de prudencia clínica [phronēsis, le llamaba Aristóteles] nota [1. Aristóteles. Ética Nicomáquea. Madrid, Editorial Gredos, 1985, p. 275-276], no se lo dije.

Algunos políticos «abandonados» por sus electores funcionan como este im-paciente…

La tarde del reencuentro al despedirnos, después de tan sincera confesión, el hombre me dio la mano con afecto peatonal pero sincero. Respondí amablemente a su mirada, con un extraño alivio y seguimos cada cual nuestros respectivos senderos. Me alejé mirando cautamente a ambos lados, para no caer atropellado por un patinete, o bajo la bicicleta de un repartidor de una empresa de pizzas a domicilio… no se por qué me apresuré a cambiar de acera para continuar mi camino.

Mientras, deambulando entre la inflacionaria Argentina y la vieja y gris Europa[península de Eurasia y cuchara de EE.UU. ya que ni corta ni pincha [2. Augusto Zamora R. Réquien polifónico por occidente. Madrid, Akal-Foca, 2018, p. 8], sólo obedece a Washington]parafraseando el tango de Carlos Gardel, seguimos con la «izquierda marchita»…


El amargo desencanto de las masas (I)





«Rusofobia» y después…

Un «pre-juicio» no se fabrica ni tampoco se inocula en la población en un instante. Quien pretenda lograr tal tarea necesitará tiempo y sobre todo poder (tanto real como atribuido). Gran parte del «pensamiento occidental» se ha dedicado a construir a lo largo de muchas décadas una serie de prejuicios, en el caso que nos compete aquí, sobre el pueblo y la cultura rusa. Se ha falsificado y borrado parte sustancial de la historia reciente. Gobiernos y grupos de poder han falsificado y ocultado hechos y acontecimientos históricos según sus necesidades políticas y sobre todo económicas en cada momento. Para ello los correspondientes estados y sus organizaciones (miembros de la pretensiosamente autodenominada «comunidad internacional») disponen de la maquinaria publicitaria necesaria para difundir las consignas adecuadas moldeando el mundo según sus intereses.



En el primer párrafo de la «Investigación sobre los principios de la moral» David Hume nos advierte que:

«Las disputas con hombres que se obstinan en mantener sus principios a toda costa son las más molestas de todas, quizá con la excepción de aquellas que se tienen con individuos enteramente insinceros que en realidad no creen en las opiniones que están defendiendo, y que se enzarzan en la controversia por afectación, por espíritu de contradicción y por el deseo de dar muestras de poseer una agudeza y un ingenio superiores a los del resto de la humanidad»[1. Hume, David. Investigaciones sobre los principios de la moral. Prólogo y traducción de Carlos Mellizo. Madrid: Alianza Editorial, 2006.].

Y continúa el filósofo escocés:

»De ambos tipos de personas debe esperarse la misma adherencia a sus argumentos, el mismo desprecio por sus antagonistas y la misma apasionada vehemencia en su empeño por hacer que imperen la sofistería y la falsedad. Y como el razonamiento no es la fuente de donde ninguno de estos dos tipos de disputantes saca sus argumentos, es inútil esperar que alguna vez lleguen a adoptar principios más sólidos guiándose por una lógica que no hable a sus afectos».

La «noticia» es anterior al suceso

Si consideramos los acontecimientos de estos tres últimos años, no debería dejarnos de sorprender la cantidad de conocimientos que atesoran y transmiten con vehemencia los «divulgadores de noticias», «tertulianos»… (unos pertenecientes a los medios de comunicación dominantes, otros aspirantes a incorporarse a ellos).

Estos comunicadores pueden pasar con soltura de temas de «actualidad» tales como el SARS-CoV-2 a la cuenca del río Donetsk, describiendo y explicando ambos fenómenos: uno epidemiológico y sanitario, el otro geográfico, político e histórico. Es admirable la «capacidad» que manifiestan, sabiendo de las dificultades académicas que presenta adquirir conocimientos sobre ambos temas. Conocimientos que los comunicadores exponen de forma generosa, altruista ya sea en prensa escrita, en radio y televisión a sus semejantes que conforman masas ocupadas en menesteres pedestres, «conocimientos» e «información» que de otro modo no podrían tener a su alcance.

Masas que —ateniéndonos a la dedicación misionera de los informadores— parecen tan solo disponer a nivel sanitario de unos rudimentarios conocimientos sobre los beneficios de los protectores solares y en el orden geográfico tan sólo pueden manejar con soltura los caminos que por carretera, tren, metro o autobús la conducen a sus puestos de trabajo, de ocio, a lugar de asistencia social, sanitaria, etc…

La fabricación de la «información»

En 1999 se publicó en París un breve ensayo prologado por el sociólogo Horacio González titulado «La fabricación de la información» [2. Aubenas, Florence. Benasayag, Miguel. La fabricación de la información. Prólogo de Horacio González. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2005.]. En él sus autores señalan que el trabajo del periodista ya no consiste en rendir cuenta de la realidad, sino en hacer entrar a esta en el «mundo de la representación» (comillas mías), «representación» que construyen los propietarios de los medios que circunstancial y precariamente —la mayoría de las veces— los contraten.

Una representación puede ser producto de, por ejemplo, la ilusión del amante que construye el rostro prefecto de su amado, representación inconsciente y en consecuencia subjetiva alimentada por el fuego del deseo o de la elección (cuesta aceptar que una elección pudo no ser la adecuada).

Tenemos también la representación que construye el dramaturgo con la complicidad de sus lectores, actores y espectadores necesariamente cómplices. El arte sin al menos un cómplice es imposible.

Otro tipo de representación es aquella que es producto de un «plan perverso de manipulación» que poco tiene que ver con el amor o con el arte, pero que también requiere complicidades. Son mayoritariamente conscientes quienes la construyen, siendo inconscientes por lo general aquellos a quienes va dirigida, sus receptores. En el salvaje campo de la industria de la información encontramos directores de periódicos, programas de radio y televisión que por necesidad o convicción obedecen y cumplen con el mencionado «plan».

Cada período histórico (períodos cada vez más cortos, ya que constantemente cambia el foco de «la noticia») tiene un tema central.

Por ejemplo: cada cuatro años las elecciones presidenciales en EE.UU. En 2008 los medios «progresistas de occidente» se decantaban efusivamente por el candidato demócrata frente al candidato republicano. Esos medios progresistas occidentales presentaron al candidato del partido demócrata como el más adecuado para los intereses de los pueblos del mundo. Resultó que el ganador de las elecciones, nominado a premio nobel de la paz casi antes de ser presidente —premio que luego le concederían— ordenó bombardear al menos ocho países durante su gobierno.

Periodismo domiciliario: los «youtuber»

Al mercado de los medios tradicionales en esta última década, y sobre todo estos dos años de «confinamiento», se han reproducido los «youtuber», una especie de periodistas domiciliarios. Pretenciosos expertos en casi todo, que desde la pantalla de una computadora y con pocos medios, tal que pastores evangelistas, fabrican opinión o reproducen la oficial.

Los «opinadores» se muestran sólidos, sin fisuras, omniscientes. Apabullan a sus seguidores, a quienes hacen partícipes de sus programas (canal) al pedirles directamente que contribuyan —¿instinto gregario revival?— y sean parte del proyecto ¡aportando dinero!

[Entre toda la inabarcable oferta he llegado al encuentro de algunas excepciones de comunicadores, profesionales o incluso aficionados que construyen programas de cierta calidad y honestidad, sujetos que estudian, investigan y se avalan a sí mismos merced a los contenidos trabajados que transmiten, alguno de los cuales escucho].

Volviendo al tema central, sabemos que las agencias de noticias que controlan la mayoría de la información que los medios compran y distribuyen en sus periódicos pertenecen a tres grandes empresas:

■■ Thomson Reuters (Agencia canadiense que absorbió a la británica Reuter en 2008);

■■ Associated Press (AP: EE.UU.);

■■ Agence France-Presse (AFP: Francia).

Manipulación y propaganda

El que fuera un pionero de la teoría y práctica de la manipulación de las masas a través del manejo de la información, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, señaló en un libro ya clásico sobre el tema:

«La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar. Ello es el resultado lógico de cómo se organiza nuestra sociedad democrática» [3. Bernays, Edward. Propaganda. Editorial Melusina, 2008.].

No hay duda de que la manipulación y la falsificación no son propiedad exclusiva de los medios de comunicación, herramienta imprescindible del sistema. Desde la academia también llegan falsas filosofías, falsas medicinas, psicologías, pedagogías, etc.

Pero eso sí, no podrá engañarnos jamás un albañil o un panadero. Podremos descubrirlos en la impostura o en la estafa: el objeto [la mercancía] que cada uno de ellos nos pueda vender, ya sea al terminar una  obra doméstica o al llegar a casa y sacar el pan de la bolsa, el engaño, de producirse, será «real», «material»: el pan estará duro como un ladrillo o la pared se derrumbará como una tarta. Pero la noticia que nos vende un periódico o un político es más difícil que podamos comprobar su veracidad, puesto que requerirá sentido crítico, análisis e investigación para contrastarla y que por limitación de tiempo o capacidad material, interés propio o ideología no dispondremos y por tanto nos limitaremos a aceptar como válida incluso por pereza o por cansancio, sometidos como estamos al «reino de la necesidad» cotidiana, la subsistencia.

En los medios y cadenas de transmisión las noticias falsas o sesgadas son las que más repiten machaconamente los profetas del engaño, como las ya tristemente famosas «armas de destrucción masiva» iraquíes, falsa noticia con la se pretendió justificar la destrucción y saqueo de un país milenario para imponerle la «democracia occidental».

También es habitual que las masas acepten lo que la mayoría, sea por identificación «gregaria» o sea por temor a quedar fuera del grupo de im-pertenencia: la familia, la oficina, la fábrica, el sindicato, la barra de amigos del bar o la «red social» a la que se esté suscrito.

La condena desde los medios «occidentales» a la cultura rusa en todas sus manifestaciones nos recuerda a la propaganda antisemita del siglo pasado que ya sabemos la tragedia en la que desembocó.

Los agitadores de los medios que repiten las consignas como si de un ritual se tratara, terminan siendo tomados en serio por la mayoría de los consumidores de noticias quizá «porque corren el riesgo de quedar en ridículo» [4. Adorno, Theodor W. Ensayos sobre la propaganda fascista. Barcelona: Ediciones Voces y Culturas, 2001.] Transmiten noticias invocando un falso y burdo sentimentalismo [el cuidado de la salud, la paz en el mundo, la paradójica libertad, el hambre, el clima], inoculando miedo a la población con la intención perversa de hacer mella en quienes reciben el mensaje, ocultando siempre lo esencial de las verdaderas problemáticas de nuestras sociedades y en ocasiones tergiversando u ocultando las verdaderas causas que las generan.

De este modo la actividad de pensar cede paso a la perversidad de clasificar y condenar sin más criterio que la consigna impuesta y asumida.

El pasado reina porque está olvidado, la amnesia social [5. Jacoby, Russell. La amnesia social. Barcelona: 2 culturas, 1977.] es un síntoma, quizá el más relevante de nuestra cultura en todas sus manifestaciones, las del «individuo» y las del colectivo: lo que se olvida, se repite en actos sin armonía ninguna y no siempre sin dolor.

La falsificación de la historia

En el prólogo al libro de Robert Charvin «Rusofobia» [6. Charvin, Robert. Rusofobia. ¿Hacia una nueva guerra fría? Barcelona: El Viejo Topo, 2016.], Michel Collon enumera algunas de las falsificaciones de la historia reciente por parte de los medios de occidente, entre ellos:

■■ La rehabilitación en Ucrania de grupos colaboracionistas con el nazismo alemán, introduciendo pronazis antisemitas en el gobierno surgido del golpe de estado en Ucrania en 2014 auspiciado por EE.UU. y la Unión Europea.

■■ La presentación de la II G.M. como un asunto entre nazis y judíos silenciando el «Plan Ost» con el que Alemania pretendía exterminar al 40% de la población eslava.

■■ La desvalorización de los verdaderos vencedores de la II G.M. y la negación de sus víctimas (unos 23 millones de personas perdió la URSS —a las que cada año desde 1945 se rinde homenaje en las calles de las ciudades rusas—, 20 millones de los fallecidos eran de China) poniendo como acontecimiento decisivo para la rendición alemana el desembarco de Normandía.

Rusia es objeto permanente de una propaganda satanizadora desde al menos finales de los años noventa —en realidad durante todo el siglo XX —cuando el plan de desintegración de su territorio, el expolio de sus riquezas naturales, quedó paulatinamente interrumpido por decisión, no sin obstáculos internos, del gobierno ruso, después de la devastadora y entreguista «perestroika».

Que duda cabe que los EEUU y sus aliados de la OTAN estarían encantados con un Boris Yeltsin en el Kremlin.

La insistente campaña de los medios occidentales contra Rusia facilitó el rápido rechazo de gran parte de los ciudadanos de la Europa occidental promovido por sus gobiernos —no así en el resto del mundo— a la cultura rusa en todas sus manifestaciones desde febrero de 2022: se cancelaron obras de teatro de autores rusos, se suspendieron conciertos, películas, se cerraron las fronteras y bloquearon cuentas de trabajadores rusos, todo con una velocidad pocas veces vista.

Un fantasma recorre Europa: el retorno del miedo a lo «ruso»

Cualquiera que esté mínimamente involucrado en alguna organización social, vecinal, sindical o política sabe que el comunismo como organización efectiva está muerto —al menos eso parece— en occidente. Sin embargo se mantiene vivo en los millones de anticomunistas que permanentemente se dedican a condenarlo. Como dijo alguien que no recuerdo, el comunismo está vivo gracias a la condena que hacen de él los anticomunistas.

¿Qué puede lograrse con prohibir a Tchaikovski o al Ballet Bolshoi ante el conflicto histórico que Rusia y Ucrania mantienen con largos intervalos de convivencia, en este nuevo capítulo que comenzó a finales de lo noventa…?

La desaparición de Rusia y su neutralización es un objetivo prioritario «que Occidente está dispuesto a conseguir siempre y cuando los riesgos que lleva implícita la desaparición de Rusia como estado le resulten asumibles». Podemos imaginar lo que resultaría de ello viendo los efectos que las actuales sanciones impuestas al Estado ruso y a su población tienen para la población de occidente. El coste de estas sanciones lo están pagando los ciudadanos de occidente, a lo que se suma la especulación financiera y comercial de la que son responsables los oligopolios del mercado energético y bancario con la subida del precio del dinero, tarifas eléctricas, alimentos básicos… —recordemos que en Europa las tarifas de la energía eléctrica y el combustible vienen subiendo de forma escandalosa desde al menos 2018.-

Viñeta de El Roto, 24 de Octubre 2022. Diario El País.

El proceso de agresión a la URSS no ha terminado, Rusia es una asignatura pendiente de la guerra fría [7. Fernández Ortiz, A. Chechenia versus Rusia. Prólogo de Serguéi Kará-Murzá. El Viejo Topo, 2003. pp. 139-147.].  El desmantelamiento del estado soviético y la privatización de sus riquezas y empresas a precio de saldo favoreciendo a las oligarquías de dentro de los antiguos países integrantes de la URSS y a las de occidente a través de sus multinacionales (saqueo del que no nos olvidemos, se han beneficiado los habitantes de los países de la Europa occidental con el beneplácito de las nuevas izquierdas fluidas y progresistas pro-otanistas serviles del imperio: petróleo, carbón y gas barato durante un par de décadas…) quiere tener continuidad en la desestabilización del estado ruso al que se suma un nuevo enemigo, a saber el estado chino.

La OTAN una organización militar «defensiva»

La OTAN, una organización creada para la defensa que destruyó Libia, Irak, Yugoslavia… cuyos estados miembros venden armas a Arabia Saudí para la destrucción de Yemen hace casi una década, donde han sido asesinados unos 400.000 yemeníes.

En su página oficial la «Organización del Tratado del Atlántico Norte» se define como una alianza político y militar cuya «finalidad es garantizar la libertad y la seguridad de sus países miembros por medios políticos y militares», dichos medios los define como [8. ¿Qué es la OTAN?. Página oficial: https://www.nato.int/nato-welcome/index_es.html#basic.]:

POLÍTICOS: la OTAN promueve valores democráticos y permite que los miembros se consulten y cooperen cuestiones relacionadas con la defensa y la seguridad para solventar problemas, fomentar la confianza y, a largo plazo, evitar conflictos.

MILITARES: la OTAN tiene un compromiso de resolución pacífica de controversias. Cuando los esfuerzos diplomáticos no dan fruto, la fuerza militar emprende operaciones de gestión de crisis. Estas operaciones se llevan a cabo bajo la cláusula de defensa colectiva del tratado fundacional de la OTAN (Artículo 5 del Tratado de Washington) o por mandato de las Naciones Unidas, por sí sola o en cooperación con otros países y organismos internacionales.

La OTAN lleva años alertando de las intenciones satánicas de Rusia de invadir a sus vecinos europeos. Pero desde su creación son los EE.UU. y sus aliados de la OTAN que bajo el pretexto de la amenaza comunista o terrorista han invadido más de treinta países, entre ellos:

Corea y China 1950-1953, Guatemala 1954, Indonesia 1958, Cuba 1959-1961, Guatemala 1960, el Congo 1964, Laos 1964-1973, Vietnam 1961-1973, Camboya 1969-1970, Guatemala 1967-1969, Granada 1983, Líbano 1983-1984, Libia 1986, El Salvador 1980, Nicaragua 1980, Irán 1987, Panamá 1989, Irak 1991, Kuwait 1991, Somalia 1993, Bosnia 1994, 1995, Sudán 1998, Serbia 1999, Afganistán 1998, Yugoslavia 1999, Yemen 2002, Irak 1991-2003-2015, Afganistán 2001-2015, Pakistán 2007-2015, Somalia 2007-2008-2011, Yemen 2009-2022, Libia 2011-2015, Siria 2014-2016…

Consintiendo y apoyando además el acoso criminal de Israel al Estado y pueblo Palestino.

A eso hay que sumar los golpes de estados promovidos o perpetrados en América: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú [9. Bevins, Vincent. El Método Yakarta. Madrid: Capitán Swing, 2021.].

Mención especial merece el mal llamado «embargo» con el que EE.UU. y sus aliados europeos tienen asfixiado al pueblo de Cuba, bloqueo infame que una y otra vez es rechazado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con declaraciones que finalmente nunca se cumplen, como ocurre con la última resolución de 3 noviembre de 2022:

«La Asamblea General de las Naciones Unidas reiteró este jueves por trigésima vez de forma inequívoca su posición contra el embargo económico de Estados Unidos a Cuba y pidió que se ponga fin a ese castigo unilateral.

La resolución de rechazo obtuvo este año 185 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel, ) y 2 abstenciones (Ucrania y Brasil)». [10. Resolución de la ONU de 3 de noviembre de 2022: La Asamblea General rechaza por trigésima vez y abrumadora mayoría el embargo a Cuba: https://news.un.org/es/story/2022/11/1516617.]

Cuando EE.UU. y sus aliados consiguen colocar en algún país un gobierno afín a sus intereses, todo perfecto. Le brindarán «ayuda humanitaria» después de destruirlo, paliarán el hambre y la miseria que generan el expolio de sus riquezas y empujarán a sus habitantes a la marginación, la delincuencia, a la huida y a las guerras civiles que por lo general terminan desencadenándose.

El problema surge cuando el «imperio» se topa con un país que no se doblega: automáticamente pasa a formar parte del «eje del mal», ese país soberano comenzará a ser hostigado, se le aplicarán embargos, sanciones económicas, se bloqueará su comercio internacional, se le amenazará explícitamente, etc. buscando que sea el propio pueblo asfixiado el que se movilice para derrocar a su propio gobierno que aparecerá, con la fundamental intervención de los medios de comunicación, como culpable directo de sus desgracias.

Eurocentrismo: «manual de estilo»

Los gran mayoría de europeos aceptan sin cuestionamiento la primacía y por tanto la dependencia cultural y económica de EE.UU.: para las organizaciones occidentales y la población que controlan Rusia no es Europa.

Es totalmente legítimo querer adscribirse a la órbita de un país y su cultura. Un país y sus habitantes pueden desear pertenecer al reino británico o al de la comunidad de los esquimales, pero esa decisión legítima no implica que haya que despreciar y condenar al resto de países.

Eso se manifiesta con claridad en la prensa. Un ejemplo de esta posición de la prensa española ante los EE.UU. fue explícito en la portada de un periódico de tirada nacional el 24 de junio de 2022, cuando se produjo una de las innumerables avalanchas de personas sobre las vallas de la ciudad de Melilla, enclave español en tierras africanas.

Por el aplastamiento provocado por la intervención de los agentes de fronteras murieron al menos 25 personas y un centenar acabó hospitalizada. Unos 200 inmigrantes pudieron cruzar la valla de los 2000/3000 que lo intentaron. Pues bien, el periódico publicó como noticia principal -¿respondiendo al manual de estilo?- la decisión del Tribunal Supremo de los EE.UU. anulando la ley del aborto en ese país y la noticia del trágico suceso en las puertas de España, la ubicó en un mínimo espacio en el faldón de la portada.

Las aspiraciones de los países occidentales al sometimiento del mundo ha sido causa de guerras sangrientas, dos guerras mundiales y otra «fría».

Dicho sometimiento de otros países ha sido condición necesaria para la supervivencia de los países occidentales y sus habitantes y para mantener el llamado «estado del bienestar», rara alianza de palabras. Merced a ese sometimiento, mediante el empleo de su poder militar y económico, Occidente obtiene materias primas que no posee en sus territorios, combustibles y fuerza de trabajo baratas. Para facilitar esto, en no pocas ocasiones, EE.UU. y Europa, a ellos nos referimos al hablar de «Occidente», recurren a la imposición de «democracias coloniales» en los países a expoliar, financiando partidos políticos afines a sus intereses o a través de golpes militares con intervención directa o indirecta imponiendo gobiernos subordinados para perpetrar la explotación: «La explotación del país se realiza con la colaboración de una minoría de la población que se ha enriquecido por ello (…) un proceso como este se inició en Rusia en 1985»[11. Zinoviev, Alexandr. La caída del imperio del mal. Prólogo de Francisco Fernández Buey. Barcelona: Ediciones Bellaterra, 1999, pp. 127-152.]

Pero (casi) todo tiene un límite.

Fomentando la hostilidad entre pueblos vecinos

Hay un «narcisismo de las pequeñas diferencias» que es tolerable, incluso puede llegar a ser saludable para una cultura, para un pueblo, que intentará por ejemplo producir mejor vino que su vecino.

Sigmund Freud [12. Freud, Sigmund. Psicología de las masas y análisis del yo. Buenos Aires: Amorrortu, 2016, p.71.] describió la hostilidad manifiesta y estructural entre sujetos o pueblos semejantes:

«Siempre que dos familias se unen por un matrimonio, cada una de ellas se considera mejor y más distinguida que la otra. Dos ciudades vecinas serán siempre rivales y el más insignificante cantón mirará con desprecio a los cantones limítrofes. Pueblos emparentados se repelen, el alemán del Sur no puede aguantar al del Norte; el inglés habla despectivamente del escocés y el español desdeña al portugués. La aversión se hace más difícil de dominar cuanto mayores son las diferencias y de este modo hemos cesado ya de extrañar la que los galos experimentan por los germanos, los arios por los semitas y los blancos por los hombres de color».

Y esas diferencias y hostilidad hacia otros pueblos se difuminan cuando el interés económico prevalece: se cuestiona en occidente e incluso se prohíbe el uso de vestimenta tradicional propia de una cultura y religión, pero se organiza un mundial de fútbol en un país donde esas vestimentas se imponen o se elige vestirlas: el mercado borra las contradicciones.

Ciencia de la historia y periodismo

Destaca Pierre Vilar que «(…) la historia es el único instrumento que puede abrir las puertas a un conocimiento del mundo de una manera si no `científica´ por lo menos `razonada´» [13. Pierre Vilar. Iniciación al vocabulario del análisis histórico. Barcelona: Crítica, 2003.].

Es innegable el valor de la prensa como fuente historiográfica. El historiador recurrirá a ella necesariamente. Para ello debe operar con prudencia ya que deberá valorar los sesgos ideológicos y propagandísticos del material que recabe. Con esto no descubrimos nada nuevo. Tan solo lo recordamos. No es difícil calibrar a qué intereses responde un periódico, una emisora de radio o televisión. Ningún medio, sea privado o público oculta para quien trabaja.

Por otra parte, no se le puede pedir a un periodista que sea historiador. No es su función. Del mismo modo que no se le puede pedir a un auxiliar de quirófano que coloque un by-pass. La función del auxiliar es velar, con conocimientos sanitarios específicos, por la asepsia del quirófano, la de los instrumentos, el correcto traslado del paciente, asistir al cirujano. Como tampoco la función de un periodista es la de publicar un tratado de historia, — pero qué duda cabe que hay periodistas de prestigio que publican crónicas que están a la altura de un ensayo científico de historia!

Dentro del periodismo hay categorías definidas por la tarea: desde el periodista de campo que recoge información sobre los hechos cotidianos a los divulgadores y presentadores que comunican esa información al público. El trabajo del periodista de campo consiste en recabar los hechos, los acontecimientos del presente de la manera más precisa posible, aséptica, ética, en el terreno donde acontecen los eventos, pero que duda cabe que también debe tener conocimientos de ciencia de la historia para ejercer su función y poder aprehender la realidad que percibe, recordando que no se mira un cuadro pegándose a él.

Al menos así debería constar en la formación académica del periodista.

El historiador recurrirá a ese material periodístico, artículos, crónicas, materia prima indispensable para su trabajo.

Pese al desprestigio permanente en que se sumerge la función periodística, se sigue creyendo de forma acrítica en los medios, a sabiendas de que transmiten en muchas ocasiones información sesgada, como pudimos experimentar durante la presente pandemia. Esto es mucho más evidente y grotesco en el periodismo deportivo.

Quien puede dudar que el periodismo ejerce un semblante de poder!

Pero también sabemos que la tinta de un periódico no siempre es negra, tiene el color del dinero de sus propietarios.

Luego tenemos los «laboratorios de ideas», los grupos de expertos «think tank»:

«Cuando un gobierno quiere divulgar [sus] posiciones echa mano de los medios de comunicación. Cuando quiere crearlas, utiliza a los “expertos”. Los “expertos”, como los periodistas, suelen comer de la mano del poder establecido, así que elaboran las posiciones que se espera de ellos. Para eso existe todo un entramado institucional de fundaciones, universidades, institutos y medios de comunicación, cuyo principal vector es esa servidumbre». [14. Rafael Poch. Preguntas sobre los “expertos”. https://rafaelpoch.com/2019/05/30/preguntas-sobre-los-expertos/].

Destaca Rafael Poch que la mayoría de los laboratorios de ideas están vinculados a intereses particulares, como inteligentemente satiriza El Mundo Today en relación a los supuestos beneficios de la cerveza. [15. El Mundo Today. «Los beneficios de la cerveza» del doctor Miguel Mahou Ámbar, del Instituto Heineken, podría no ser imparcial»: https://www.elmundotoday.com/2022/07/el-articulo-los-beneficios-de-la-cerveza-del-doctor-miguel-mahou-ambar-del-instituto-heineken-podria-no-ser-parcial/]

La superioridad económica y militar de la OTAN y sus socios de la Europa del oeste respecto a gran parte de países del mal llamado «tercer mundo» es irrefutable, pero eso no le da derecho a invadir sus territorios, bajo falsas amenazas («armas de destrucción masiva»), financiar golpes de estado e imponer gobiernos afines que posibiliten el robo de sus riquezas.

Comprender el pasado, señala Pierre Vilar, es dedicarse a definir los factores económicos, culturales de una sociedad determinada; descubrir sus interacciones, sus relaciones de fuerza, y desvelar tras los textos, los archivos… las pulsiones e intereses (conscientes e inconscientes) que dictan los actos que la constituyen y van moldeando a los ciudadanos que la componen. Esa es la función del historiador.

Conocer el presente equivale, mediante al aplicación de los mismos métodos de observación, de análisis de crítica que exige la historia, a someter a reflexión la información deformante que nos llega a través de los medios. Esa tarea implica a las ciencias de la información.

Se manifiesta un empeño grotesco de retirar a Rusia del seno de la «historia universal» o incluirla en el catálogo borgiano de la infamia universal. O incorporarla al Occidente imperialista pero sin historia alguna. Entiéndase por ello, la operación «Perestroika»: «No eres de los nuestros, ni lo serás nunca, solo tus riquezas serán nuestras, europeizaremos tus materias primas, para nuestro beneficio». 

Señala el historiador A. Fernández Ortiz evocando a Hegel:

«Para Hegel, la civilización universal es la cultura europea occidental y en concreto el mundo germánico (hoy ni siquiera eso, agregado mío). Todas aquellas sociedades que se encuentran fuera de la trayectoria histórica-geográfica que representan Grecia, Roma y el mundo germánico, se encuentran fuera de la civilización universal»

Y continúa:

«La única opción para los que se encuentran `fuera´ es tratar de incorporarse a ella repitiendo el camino trazado por los que están `dentro´» [16. Fernández Ortiz, A. Octubre contra El Capital. El Viejo Topo, 2016, p. 78.]

El gobierno de Europa reside, al menos oficialmente, en Bruselas. Las viejas capitales de la vieja Europa hoy parecen conformar un amorfo «mercadillo». Cada cuatro años o menos, sus países cambian de representantes, cada uno de los puestos del mercadillo europeo ofrece sus «productos» (los del sur playas, naranjas y servicios…); los partidos que se alternan en el poder son lamentables y prebendarias franquicias que no cesan de cambiar de nombre en «coaliciones» con rimbombantes y grotescas etiquetas por las exigencias electoralistas, que se suman y pretenden ser alternativas a los partidos «tradicionales» de las democracias neoliberales y no son más que sostenedores de estos.

Cada una de esas franquicias electorales en coalición junto a los partidos tradicionales tienen al servicio medios, prensa, TV, empleados enajenados bajo el reino de la necesidad y el servilismo, lejos, muy lejos del ideal de la ética, del imperativo categórico del periodismo…