El amargo desencanto de las masas (I)

El líder «libertario»: síntoma de la amnesia social

Los resultados de las elecciones «Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias» (PASO) celebradas este 13 de agosto en la Argentina han supuesto un terremoto político debido al triunfo de una derecha extrema, indescifrable por los grotescos y apabullantes mensajes que emite su líder a una población agobiada por una situación económica y social cada vez más decadente.



No descubriremos nada si afirmamos que lo sucedido no es un fenómeno exclusivo de la Argentina. En absoluto. Un manto de mediocridad, desinformación y grosería que emana desde los medios de comunicación y las instituciones cubre a occidente desde hace décadas a ambos lados del Atlántico, creando las condiciones que posibilitan la emergencia de conglomerados políticos sin historia aparente que finalmente reciben el apoyo de los confusos electores frente a los partidos tradicionales enredados en contiendas internas, luchas de poder, políticas ambiguas cuando gobiernan o directamente contrarias al bien de los ciudadanos y del «pueblo» que dicen representar.

Gran parte del pueblo trabajador termina eligiendo en contra de sus propios intereses de clase, como ya ocurriera en otros momentos del siglo pasado y del presente. Ocurrió en Alemania en 1933, en la Italia de los años noventa, periódicamente en la España ambigua, monárquica y parlamentaria a la vez, en el Brasil que derrumbó al partido que más allá de sus deficiencias y limitaciones se ocupó de las clases obreras y las marginales, dando paso por mandato popular a un candidato que en la brevedad de su mandato mostró su verdadero rostro. Los ejemplos ocuparían la mayor parte de este espacio.

Así como sucedió hace pocos años en Brasil, como hemos señalado, con la derrota del Partido dos Trabalhadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva «Lula» y Dilma Rousseff frente a Jair Bolsonaro, llevar a cabo una política para erradicar la pobreza y dar un poco de oxigeno a las clases más desfavorecidas, no garantizó al PT el apoyo en las urnas, pero de lo que no parece haber duda es que aplicando una política neoliberal maquillada de «social» se facilita la derrota de un gobierno «populista de izquierdas». Esto lo digo sin resonancias irónicas, me limito a tomar la terminología establecida por sectores de la izquierda argentina seguidora de Ernesto Laclau.

Los ejemplos donde un pueblo elige a un representante contrario a sus propios intereses de clase abundan.

Las «PASO», un invento argentino

En ningún país del mundo, que sepa, es obligatorio para los ciudadanos concurrir a elecciones internas partidarias para elegir los candidatos finales a las presidenciales. Las PASO son un invento argentino. La ley que las implementó se dictó en 2009, siendo el año 2011 el primero en que se llevaron a cabo.

El proceso consiste en que cada agrupación política selecciona sus candidatos y los postula al electorado, que puede votar al que considere, independientemente del partido al que represente. Si en un partido sólo hay un postulante no habrá elección interna, ya que ese será el candidato final a las presidenciales, pero aún así participa en las PASO.

En estas últimas celebradas el 13 de agosto dos de las agrupaciones políticas más votadas presentaron sendos candidatos cada una:

  • El oficialismo, que responde al peronismo, presentó dos candidatos con la agrupación Unión por la Patria y obtuvo sumando los votos de ambos el 27,27%.

  • La oposición Juntos por el Cambio, que responde al anterior presidente Mauricio Macri, obtuvo (28,27%) sumando los votos de sus dos candidatos.

  • La tercera agrupación La Libertad Avanza, que terminó siendo contra pronóstico la más votada con el 30,04%, presentó un único candidato, el «libertario» Javier Milei.

Un ejemplo de esta singular situación electoral es el siguiente. Un partido de orientación trotskista, el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT), tal es su nombre, sumando sus dos candidatos obtuvo el 2,65%, por tanto no pasó el corte para presentarse a las presidenciales de octubre.

Esto parece indicar que el sistema beneficia a espacios que afrontan las elecciones con candidaturas únicas, que de ese modo no dividen los votos, como ha sido el caso de La Libertad Avanza, frente a los grupos que compiten internamente. Quizá habría que agregar el efecto de unidad —al menos aparente— que muestra dicha agrupación frente al electorado, sin el desgaste con el que llegan las otras que llevan a las PASO a dirimir en público sus diferencias, en lugar de hacerlo en sus órganos internos, con la saturación de campañas, propaganda, medios económicos que eso conlleva, así como la inevitable parálisis parlamentaria, puesto que la mayoría de los precandidatos ocupan cargos legislativos y gubernamentales.

Otro detalle. Las PASO aun siendo obligatorias, registraron en 2019 una participación ciudadana del 76,4%, y en la de agosto de 2023 bajó al 69%. Quizá este modelo electoral debería ser revisado, si es que la representación parlamentaria de organizaciones políticas más cercana a los intereses del pueblo le alcanza para hacerlo.

Su majestad el FMI.: al fondo a la derecha

Si el candidato triunfante de estas elecciones expresa abiertamente propuestas como mínimo inquietantes para los intereses del país y de la clase trabajadora de lo que no cabe duda, al menos para el que escribe, es que es un emergente, un síntoma social de una situación de decadencia que la Argentina viene construyendo ladrillo sobre ladrillo desde hace décadas.

En esa línea la reacción del gobierno actual luego del batacazo electoral fue devaluar la moneda nacional un 20% y pedir una reunión con el FMI (Fondo Monetario Internacional) que en el momento de escribir este breve texto se está llevando a cabo en su sede en 19th Street, N.W. Washington, D.C., EE.UU., entre el Ministro de Economía y candidato a la vez del oficialismo Sergio Massa y la directora de tal solícito organismo, Kristalina Georgieva, que haciendo honor a su nombre de pila con total transparencia exige al ambivalente ministro-candidato entre otras cuestiones tal como publica el diario Página|12 «(…) la necesidad de no incrementar el gasto público en jubilaciones y salarios de empleados del Estado, ordenó no aflojar con la eliminación de subsidios y mantener a raya la expansión monetaria. Pero además, ya puso el ojo sobre el escenario poselectoral, al pedir que se desactiven los controles cambiarios, aplicar «reformas estructurales» en el sistema previsional y en las empresas públicas.» [1. «El FMI mete presión sobre el gasto público y ya le apunta al escenario poselectoral», Diario Página|12. 26 de agosto de 2023: https://www.pagina12.com.ar/582245-el-fmi-mete-presion-sobre-el-gasto-publico-y-ya-le-apunta-al].

Cumplir estas exigencias permitirá al país recibir «el desembolso de 7500 millones de dólares en favor de las reservas del Banco Central —el mismo que Javier Milei propone disolver. Aquí surge un interrogante, si se disuelve tal como propone el «libertario» el Banco Central ¿quien respondería por la deuda contraída?—, lo cual alivia el escenario financiero hasta fin de año.

El FMI, continua la nota de Página|12, estima que «la inflación del año cerrará en el 120 por ciento anual y que el PBI caerá un 2,5 por ciento.» Aclaremos que gran parte de esos fondos se destinan a pagar intereses de la deuda que arrastra el Estado argentino con el propio FMI.

En la campaña electoral, que lleva a cabo al menos desde 2019, el líder «libertario» propone dolarizar la economía, cerrar el Banco Central y liquidar las empresas e instituciones del Estado, entre ellas el CONICET [Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas], el organismo que se dedica a la promoción de la ciencia y la tecnología.

Es pertinente recordar que esa misma política privatizadora y de desmantelamiento estatal ya fue ejecutada en los años noventa por un gobierno peronista, el de Carlos Saúl Menem, con el apoyo popular durante casi una década, también vale decirlo. Pizza y champán era el eslogan, cuando 1 peso equivalía a 1 dólar. Todos felices en aquellos momentos…

Los ladrillos del muro

Uno de esos ladrillos que invocamos, como ejemplo de los muchos que se acumulan en el muro que separa a la dirigencia política del pueblo, fue por ejemplo el que el PCA (Partido Comunista de la Argentina) aportó con la firma de un acuerdo con la Coalición Cívico-Militar en 1973 encabezada por el Gral. Jorge R. Videla como representante principal de los militares. Al año siguiente, en marzo de 1976 se produjo el golpe de estado que derrocó al tambaleante y nefasto gobierno de Isabel Perón, golpe militar que se ejecutó con el apoyo de gran parte de la población civil. La dictadura militar desplegó una campaña de extermino contra la población civil con claras«raíces ideológicas en el movimiento fascista de cosecha propia argentina», como declararía el propio almirante Emilio Massera «Argentina estaba combatiendo una «Tercera Guerra Mundial» entre el materialismo dialéctico y el humanismo idealista, lo que significaba eliminar la influencia de Marx, así como de Freud y de Albert Einstein» [2. Vincent Bevins. El método Yakarta. Madrid, Capitán Swing, 2021, p. 310-311] [3. Federico Finchelstein. The Ideological Origins of the Dirty War, New York, Oxford University Press, 2014, p. 127]

Previo a esto, en 1973, se creó desde el propio Estado durante un gobierno democrático la Triple AAA, (Alianza Anticomunista Argentina), una organización parapolicial de ultraderecha gestada en el propio gobierno peronista, que como es sabido participó y ejecutó decenas de miles de jóvenes militantes, sindicalistas y civiles incluso sin militancia activa. El terrorismo de estado funciona de ese modo. Mata por las dudas, para crear pánico y sumisión en la población. [4. Atilio Borón. Bitácora de un navegante. Teoría política y dialéctica de la historia latinoamericana, Buenos Aires, CLACSO, 2020, p. 72. Enlace abierto: https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2020/10/Atilio-Boron-Antologia-esencial.pdf].

Otra década infame

Hago un paréntesis levemente autorreferencial, por ende narcisista, para evocar momentos de mi intensa y añorada juventud…

Nací en Buenos Aires, en el barrio de Villa Real y me crié en el sur de Buenos Aires, en el Barrio San José de la localidad de Temperley. En la zona fuimos testigos cercanos junto a mis padres de hechos trágicos, entre ellos la llamada «Masacre de Pasco». [5. «Los acribillaron y volaron los cuerpos con granadas: la Masacre de Pasco, el asesinato en masa más sangriento de la Triple A». Infobae, en línea: https://www.infobae.com/sociedad/2021/03/20/los-acribillaron-y-volaron-los-cuerpos-con-granadas-la-masacre-de-pasco-el-asesinato-en-masa-mas-sangriento-de-la-triple-a/].

La década infame de los años ´70 y principio de los ´80 me acercó a militar en las juventudes comunistas y luego, en función de mi sector de trabajo, en el movimiento sindical, primero en la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) y luego en la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), ambas organizaciones pertenecientes al movimiento sindical peronista, en ambos casos en listas internas opositoras a la burocracia sindical que controlaba dichas organizaciones obreras, una especie de barras bravas, que manejaban las cuotas que pagaban los afiliados, entre otras cosas…

En la universidad mi militancia fue escasa, aunque participé por ejemplo en la manifestación del 30 de marzo de 1982, [6. «La masiva marcha que lideró Saúl Ubaldini y fue el primer desafío al poder de la dictadura militar». Infobae, en línea: https://www.infobae.com/sociedad/2022/03/30/paz-pan-y-trabajo-a-40-anos-de-la-movilizacion-que-marco-el-principio-del-fin-de-la-dictadura/] tres días antes del desembarco de los militares argentinos en las Isla Malvinas, guerra de la que me libré por muy poco y en la que murieron dos muchachos cercanos, de mi barrio uno, del trabajo el otro.

Mi padre, que era albañil y delegado sindical no liberado de la UOCRA falleció ese año; estaba sin trabajo, excluido del propio gremio por no ser partícipe de contubernios ni cómplice de prebendas que otros impunemente aceptaban. Luego de estar detenido por su militancia sindical, preso en dos ocasiones, fue liberado unos meses antes de su muerte. Tenía 49 años.

En los noventa aterricé en España. Dicho esto, continúo.


Apilando ladrillos en el muro

Durante esas décadas los ladrillos siguieron agregándose al muro. Los partidos autodenominados de «izquierda», incluida la izquierda peronista, cada vez más aferrados a un discurso más inaccesible para la clase obrera. Sus dirigentes demostraron no haber aprendido nada del «Che» al que tanto invocaban llevando su imagen a cada acto, piquete o manifestación.

Mientras el movimiento sindical argentino —un fenómeno probablemente único en el mundo, ya que el porcentaje de afiliados es de los más altos de occidente— manejan y controlan los servicios sociales y sanitarios de los trabajadores, lo cual en su momento fue un logro y una conquista obrera indiscutible. Otra cosa es lo que ha sucedido con muchos de estos gremios y la gestión de los recursos, con dignas y meritorias excepciones.

El gobierno actual, cuya lista que acaba de ser derrotada en estas PASO, mantiene un raro equilibrio entre un discurso social que de repente firma un convenio bilateral con Rusia y luego con China y a la semana siguiente celebra un viaje a Washington y después pide ingresar en el grupo de los BRICS.

Mientras incluso los medios de comunicación afines asisten estupefactos a la firma de un nuevo empréstito con el FMI que permita seguir pagando intereses de una deuda con las corporaciones internacionales capitalistas que nunca se acaba, por el contrario no termina de incrementarse.

Estimo que si fueran invitados Milei, Macri o su candidata Patricia Bullrich, acudirían encantados a la firma de estos nuevos empréstitos y pasar un fin de semana en Central Park unos y retratarse en el Planet Hollywood de Manhattan otros.

Los argentinos y la relación erótica con el dólar

El genial humorista argentino Tato Bores en un monólogo vigente a día de hoy, hacía un juego en su programa sobre la cotización del dólar frente al peso y la relación de los argentinos con la verde divisa… era el año 1962!!!!!

Y otro programa de los años 80:

¿A qué se debe esta fascinación argentina por la moneda de los EE.UU. desde hace tantas décadas? Fascinación que por cierto también se observa en la mayor de las Antillas…

Seguiremos pensando en torno a este enigma en siguientes páginas…

Mientras nos quedamos con esta reflexión de Wilhelm Reich sobre la falta de relación entre las condiciones sociales y la conciencia de clase:

«Ya hemos visto que las situaciones económica e ideológica de las masas no tienen por qué coincidir y que incluso puede haber entre ellas una divergencia notable. La situación económica no se traslada inmediata y directamente a la conciencia política; si ello fuera así, la revolución social se habría realizado hace tiempo» [7. Wilhelm Reich. Psicología de masas del fascismo. Traducción de Roberto Bein; Introducción e edición Carlos Ledesma Lara; Madrid, Enclave de Libros; Fundación Aurora, 2020, p. 90.]


El amargo desencanto de las masas (II)





El amargo desencanto de las masas (II)

Elecciones: cuando se vota en contra del propio interés

Todo acontecimiento tiene una historia. No emerge de la nada. En este año 2023 la inflación en la Argentina supera el 100% anual. Como si la crisis del 2001, el espectro del famoso y trágico corralito retornara o nunca se hubiese ido. Ningún acontecimiento que se produzca en un país puede reducirse a una circunstancia puntual, aunque se repita cíclicamente, como sucede en el «caso argentino». Por ejemplo, si dijéramos que la crisis de 1929 fue «la causa» del ascenso del Partido Nacionalsocialista en Alemania, parafraseando a Pierre Vilar, deberíamos pedir perdón a la memoria histórica por la ligereza. [1. Pierre Vilar. Pensar la historia, México: Instituto Mora, 1992, p. 57.]



Teatro Colón. Gentileza Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires: turismo.buenosaires.gob.ar

El subdesarrollo latinoamericano

A la desaforada esperanza, sucedió, como es natural, una depresión excesiva.

La biblioteca de Babel.

J. L. Borges.

Es sabido que no hay relación causal entre la situación económica y social de un pueblo y un resultado electoral que permite la llegada al gobierno de un partido contrario a sus propios intereses. Siempre habrá otros elementos: apoyos económicos, mediáticos, empresariales, injerencias externas… para que un régimen de esa característica llegue al poder, como sucedió con el trágico ejemplo alemán de los años 30, donde la posición del partido socialdemócrata en aquella época, facilitó las cosas para que así sucediera, ya sea por inoperancia, fragilidad política o ineptitud.

«Sólo una historia comparada (y total —economía, sociedades, civilizaciones) es el instrumento adecuado para descubrir los procesos y poner a prueba los modelos, para distinguir en las múltiples combinaciones entre “lo viejo” y “lo nuevo”, lo que es promesa, lo que es amenaza. Entre las ciencias del hombre, las más ilusorias son aquellas que prometen descubrir en el aislamiento, un solo sector de las realidades (“economía” por una parte, “mentalidades” por otra), como si todos los “sectores” no fueran siempre interdependientes[2. Ibídem, p. 52.]

A principio del siglo XIX las oligarquías criollas en Latinoamérica se desgajaron de España (como ocurrió en Cuba en 1898 y en Panamá en 1903, con la diferencia que ambas pasaron a control directo de los EE.UU. sin interluidos, como bien señala Augusto Zamora). Las luchas contra el colonialismo se produjeron en medio del auge del capitalismo, modo de producción emergente en las potencias de occidente. [3. Augusto Zamora R. Malditos libertadores. Historia del subdesarrollo latinoamericano. Madrid: Siglo XXI, 2020, p. 39].

Pero la verdadera independencia política y por tanto económica nunca llegó a materializarse en los países de Latinoamérica. Hay momentos en los que algunos parecen estar más cerca de lograrlo: Brasil, México… pero nunca terminan de desprenderse de los tentáculos financieros externos del Banco Mundial, del FMI, con deudas públicas que no bajan del 85% y 60% del PBI respectivamente. En esa dirección, estos días de agosto se han producido movimientos interesantes por parte de los países que conforman los BRICS, pese a algunas fricciones entre ellos —China y la India— grupo económico con perspectivas de alcance político creado en 2009 por Brasil, la «aislada y sancionada» Rusia, la hasta hace poco suministradora de madera, carbón, petróleo y gas a precios preferentes a la Europa occidental, India, China y Sudáfrica, que apuntan a un mundo multipolar que pueda hacer frente al unilateralismo de EE.UU. y que en la última reunión, que ha tomado gran trascendencia dado el conflicto en varias direcciones pero con un aparente mismo punto de origen (la disputa por la hegemonía económica mundial entre EE.UU.-Unión Europea por un lado y China-Rusia, por el otro) han aceptado nuevos países miembros: la Argentina, Egipto, Etiopía, la también sancionada República Islámica de Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes.

Unos apuntes respecto a los BRICS. Recordemos que el acrónimo «BRIC» surge en 2001 por idea de un miembro, en aquel entones, del grupo financiero Goldman Sachs, el economista Jim O’Neill. También sería pertinente tener en cuenta que en principio y por la propia naturaleza de los países que conforman el grupo no parece que las propuestas de los BRICS vengan a subvertir el orden económico actual del sistema capitalista y precapitalista imperante en gran parte del planeta.

El proyecto de los BRICS (que por el momento no tiene una sede física ni sitio WEB) viene con la expresa intención de disputarle a occidente, es decir a EE.UU. y Europa, el lugar que hasta este momento vienen ocupando por imposición mediante su fuerza militar, económica y cultural, lugar en el que se ha asentado aún más desde la caída del bloque soviético.

La iniciativa se viene desplegando dentro de un marco donde el sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la libre competencia y en el mercado no creo corra peligro alguno. Pese a ello, la esperanza de una especie de capitalismo con «rostro humano» (nunca entendí el significado de la expresión) que atienda un poco más a las necesidades de los pueblos, siempre siempre será bienvenida.

No hay un único «capitalismo», los hay de varias especies

En los años ´90 el francés Michel Albert escribió un ensayo titulado Capitalismo contra Capitalismo [4. Michel Albert. Capitalismo contra capitalismo, Buenos Aires, Ed. Paidós, 2a. reimpresión, 1993.], donde planteaba que en realidad no existía una sola forma de capitalismo, sino en ese momento, al menos dos modelos: el anglosajón y el modelo renano. El primero, que es el que se ha impuesto, es más desregulado, hecho a medida de las necesidades empresariales, sin atender a la protección de los trabajadores y con libertad total de circulación de capitales y fuerza de trabajo. El renano, vigente en algunos países del norte de Europa (llámese «estado de bienestar») es un modelo más regulado, con variable grado de protección social según cada país y con una legislación laboral con mayor protección de los trabajadores.

Hablar en términos de capitalismo, modos de producción, imperialismo… resulta anticuado en la actualidad, por la incomodidad que produce en las nuevas formas de entender las relaciones económicas entre países. Son términos, mejor dichos conceptos y categorías, que en esta época se consideran obsoletos, al punto que ni siquiera las organizaciones sociales, sindicales y políticas de las izquierdas contemporáneas y «progresistas» se atreven a usarlos.

El reparto de África

Pero la realidad es terca. Lo que se reprime, retorna.

¿Con qué términos y en qué modo puede explicarse la situación de por ejemplo de la República de Níger respecto a sus riquezas naturales y el saqueo a la que es sometida por parte del Estado francés que protege con su ejército a las empresas privadas que ejecutan la extracción de uranio, entre otras materias primas?

[Un apunte: siempre que hay un expolio por parte de empresas privadas de occidente en algún país (Siria, Níger, Irak, etc.), dichas empresas siempre están protegidas por el ejército del Estado al que pertenecen (Francia, EEUU. etc…), es decir, dichos Estados garantizan la apropiación de riquezas de otros].

A la revuelta que desembocó en la caída del gobierno nigerino y de las élites prebendarias leales al Estado francés, se la llamó en los medios de occidente «golpe de estado».

Organizaciones pertenecientes a la llamada «comunidad internacional» (la OTAN y la CEDEAO [Comunidad Económica de Estados de África Occidental] principalmente) reaccionaron amenazando con intervenir militarmente para forzar el retorno a la situación anterior, es decir, volver a colocar en el poder a los que participaban del saqueo de los recursos naturales, con el peligro real de que una nueva guerra civil se produzca en el corazón de Africa. Pero esto a la «comunidad internacional» beneficiaria de la extracción de las riquezas africanas, no le importa lo más mínimo. Es lo que han hecho desde siglos, expolio que se formalizó con el pacto firmado en la Conferencia de Berlín de 1885 convocada por Francia y Alemania para delinear el reparto colonial de África, encuentro al que no fue invitado ningún estado africano.

El reparto de África. Conferencia de Berlín. Publicada en Le Journal L´Ilustration, 1885

Las fuerzas imperiales de occidente, siempre en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad, en el caso del estado francés, de la democracia, en el caso de las fuerzas del imperio anglosajón y norteamericano, reiteramos, amenazan con intervenir en Níger. El embajador francés acaba ser expulsado del país por la nueva junta de gobierno, y mientras ensayamos estas líneas, se acaba de producir una revuelta en otro país donde Francia tiene gran influencia, nos referimos a la República Gabonesa… Veremos que sucede.

Insistimos. Un concepto es considerado obsoleto o superado cuando define y revela con valor histórico una injusticia por parte de quienes imponen el orden neoliberal y neocolonial (otros dos términos «superados» en el marco del pensamiento de yeso seco de occidente) que marcan las pautas económicas y sociales. Conceptos y categorías rechazados que provienen del campo de la sociología, la ciencia de la historia, el materialismo histórico, etc… que tienen igual valor y vigencia que la ley de la gravedad newtoniana, al menos, sobre la superficie de la tierra.

La independencia que nunca llega

Latinoamérica se independizó de España en el momento en que vastas regiones del mundo cayeron bajo el dominio de otras pocas potencias europeas (Francia, Holanda, Belgica…). Cuando Latinoamérica parecía librarse de esas dos lacras, del colonialismo y del imperialismo, esa independencia nunca ha llegado a materializarse. Los países latinoamericanos (fundados mucho antes que la gran mayoría de países europeos…) salieron de la órbita ibérica y entraron al mismo tiempo en la anglosajona.

Durante el largo y vertiginoso siglo pasado y el presente ha fluido más dinero desde Latinoamérica a los EE.UU. que en la dirección opuesta, pese a la infinidad de préstamos que se firman con el objeto de mantener la dependencia económica e incrementar exponencialmente la deuda. Esto lo resume el documento publicado de Paul Rosenstein-Rodan publicado en 1961 por el MIT. [5. Paul Rosenstein-Rodan (1961). International Aid for Underdeveloped Countries. The Review of Economics and Statistics, 43(2), 107–138. https://doi.org/10.2307/1928662 ; en línea: https://pdfs.semanticscholar.org/895f/2bcb2b9bd4f567e6b31a3d6335b81fe0ac47.pdf.] Este proceso de crecimiento en desequilibrio [6. Paul Rosenstein-Rodan.«Natura Facit Saltum: Analysis of the Disequilibrium Growth Process» (Análisis de «El proceso de crecimiento en desequilibrio»); en línea: https://www.rrojasdatabank.info/pioneers8a.pdf] comercial sólo perpetúa la descapitalización de los países latinoamericanos con el objeto de consolidar la dependencia de éstos: «los empréstitos privados y públicos los integran países deudores, y como las ganancias provenientes de las inversiones privadas se repatrían, hay una transferencia neta de riqueza del país en desarrollo al país desarrollado». [7. Karl Deutsch. «Social Mobilization and political Development», The American Political Science Review, vol. 55, núm. 3, septiembre de 1961, Yale University Press, New Haven, Connecticut, pp. 493-514, disponible en: https://www.jstor.org/stable/1952679]. [8. Augusto Zamora R. Ibídem, p. 40]. La independencia, necesaria, imprescindible, de los reinos de España y de Portugal, solo significó cambiar de tipo de dominación y de amo.

Las oligarquías criollas

Latinoamérica pasó sin transición alguna del decadente y grisáceo imperialismo ibérico, como hemos apuntado, a otro más taimado, cruel y rapaz, al británico primero y al estadounidense hasta nuestros días, ambos más incisivos e implacables. [9. Ibídem, p. 44].

En su libro «La acumulación del capital», en el capítulo dedicado a los créditos internacionales, Rosa Luxemburgo afirmó que los préstamos«son indispensables para la emancipación de los estados que aspiran a ser capitalistas y son, al mismo tiempo, el medio más seguro para que los estados capitalistas antiguos ejerzan su tutela sobre los modernos, controlen su Hacienda y hagan presión sobre su política exterior y sobre su política aduanera y comercial.»[10. Rosa Luxemburgo. «Los empréstitos internacionales», en La acumulación del capital. Disponible en: https://www.marxists.org/espanol/luxem/1913/1913-lal-acumulacion-del-capital.pdf].

Este certero análisis de Rosa Luxemburgo sigue vigente hoy día, donde muchos países no pretenden salir del sistema capitalista dominante, sino por el contrario procuran y ruegan entrar en él, dado que sus economías y relaciones de producción en gran parte de ellos (África, Latinoamérica), son precapitalistas. La mayoría de partidos progresistas y fuerzas políticas de nuevo cuño apuntan en esa dirección. El objetivo que manifiestan esas organizaciones políticas autóctonas, es que los países y pueblos que dicen representar sean capitalistas de pleno derecho. Y ese un error elemental si lo que se pretende con ello es el bienestar y autonomía de esos países. Los países que ocupan el centro de poder no lo permitirán, ya que por estructura necesitan de regiones precapitalistas para sostenerse, mediante la llamada «acumulación originaria» permanente, como se observa en los países africanos que suministran las materias primas a precios irrisorios y prebendas mediante, que Europa necesita, puesto que sin ese trasvase de riquezas el «aglomerado» europeo se desmoronaría.

Los grupos dominantes de las oligarquías regionales (oligarquía es otro término que se considera caduco, pese a la vigencia por la necesidad de su uso para nombrar una realidad histórica) de cada uno de los países latinoamericanos librados del dominio ibérico estuvieron siempre más pendientes de satisfacer el poder de Londres primero, y el de Washington después que de crear Estados libres fuertes, industrializados y pueblos educados. Así hasta nuestros días.

Las oligarquías criollas «(…) favorecieron el neocolonialismo y siguen siendo abanderadas de sistemas económicos y sociales que mantienen a los países anclados en el siglo XVIII.» [11. Augusto Zamora, R. Ibídem, p 143-144.] Mientras gobiernos «progresistas» regionales siguen recurriendo a quienes armaron el entramado neocolonial para meter a Latinoamérica en este laberinto (FMI, Banco Mundial, etc..) para que la saquen de él. Es ingenuo creer que el que creó la trampa financiera para su propio beneficio renuncie a ella sin más y acuda al rescate.

Cerramos esta parte resumiendo que en las oligarquías latinoamericanas encontramos una de las claves principales de la situación actual de la región. Aunque el término «oligarquías» esté anticuado y devaluado por su intencionado desuso, los pueblos latinoamericanos y africanos nunca han podido librarse de ellas.

En el caso argentino es más que evidente.


SIGUIENTE:

El amargo desencanto de las masas (III)